CAMBIO CLIMÁTICO

Cambio climático: Potencias mundiales deben cumplir con una estrategia ambiental

Ante el impacto ambiental causado por la actividad industrial, los países de primer mundo son los responsables de tomar acciones para prevenir un peor deterioro

MUNDO

·
Líderes mundiales deben crear estrategia ambiental Foto: UNESCOCréditos: UNESCO

¿Son los países desarrollados los verdaderos líderes ambientales? Ante la evidencia de la inequívoca influencia del ser humano en la crisis ambiental, deben analizarse las acciones climáticas globales más allá de los discursos políticos.

El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático de la ONU (IPCC, por sus siglas en inglés), publicó recientemente la Contribución del Grupo de Trabajo I al Sexto Informe de Evaluación del IPCC, que conformará su sexto informe desde 1988, junto con las contribuciones de los grupos de trabajo 2 y 3 en 2022.

Esta contribución reúne la evidencia existente. No dice nada nuevo, pero vale la pena reiterar algunas de sus conclusiones:

  • El ser humano ha influido en el calentamiento global y otros daños ambientales a una escala sin precedentes en los últimos miles de años.
  • El aumento de la temperatura global superará los 2°C durante el siglo XXI a menos que ocurran reducciones profundas a las emisiones atmosféricas.
  • La magnitud de las olas de calor, las sequías, las tormentas y la reducción del hielo se intensificará a medida que la temperatura global aumente.
  • Si las emisiones aumentan, se disminuirá la eficacia de los sumideros de carbono y otras soluciones basadas en la naturaleza.

A pesar de que “el ser humano” es culpable de la crisis ambiental, pueden identificarse comunidades más responsables que otras. Uno de los principios generales de derecho ambiental internacional es la “Responsabilidad común pero diferenciada”.

Este principio acepta la idea de la responsabilidad común que tienen todos los Estados para la protección ambiental, pero reconoce que cada uno de ellos ha contribuido de manera diferenciada a los problemas ambientales y que tienen capacidades distintas para combatirlos.

Te puede interesar: Con música, buscan concientizar sobre cambio climático

Países de primer mundo no tienen una estrategia ambiental clara

De acuerdo con cifras de ONU-Ambiente, Estados Unidos, Rusia, Japón y China, junto con los países de la Unión Europea y el Reino Unido, forman el top cinco global de mayores emisores de gases de efecto invernadero (GEI) per-cápita.

Aunque en conjunto con toda la humanidad, de conformidad con el principio de responsabilidad diferenciada, estas naciones son especialmente responsables y capaces de emprender acciones en beneficio del ambiente. Quizá por ello tenemos la impresión que algunos países toman el liderazgo ambiental voluntario, pero la realidad es que, según el derecho ambiental, están obligados a hacerlo.

Asimismo, no existe una forma estandarizada de medir las acciones climáticas de los países, por lo que su comunicación es sensible a malinterpretaciones.

Esta situación se evidenció cuando la joven activista climática Greta Thunberg declaró que el Reino Unido no debe considerarse un líder climático, pues sus cifras de reducción de emisiones no incluyen industrias como la aviación o el transporte de mercaderías, por ejemplo.

Otro problema en la cuantificación y la comunicación de la acción climática es el espejismo de las contribuciones netas cero. También conocido como “net-zero”, este concepto se entiende como alcanzar un equilibrio en el que las actividades realizadas no generen un impacto neto en el clima, mediante la reducción de emisiones y la remoción de carbono de la atmósfera.

El problema radica en que estas remociones de carbono podrían contabilizarse, por ejemplo, con reforestaciones a las que no se les da seguimiento o la compra de certificados de remoción de carbono realizadas en otros países. Un Estado podría declarar que se encamina a lograr emisiones netas cero, a pesar de aumentar sus emisiones en la práctica, un fenómeno generalizado durante 2021.

Lo mismo sucede con las empresas que han declarado ambiciosas metas de emisiones netas cero, sin realmente modificar sus procesos industriales.

Te puede interesar: Diseño por el planeta: What Design Can Do México? busca cambio medioambiental

Finalmente, otro conflicto de las acciones climáticas es que, en general, los esfuerzos se enfocan en las emisiones futuras a la atmósfera, sin remediar las emisiones del pasado. La mencionada contribución del IPCC es clara en indicar que, para limitar el calentamiento global a las metas del Acuerdo de París, las emisiones netas cero ayudan, pero no son suficientes.

Es indispensable limitar las emisiones acumuladas de CO2, y no perder de vista otros GEI. Ante las décadas de retraso en la compensación de nuestras emisiones, aspirar únicamente a ser neutrales nos condenará a daños ambientales irreversibles.


Por: Luis Paz Flores, Maestro en derecho ambiental por la Universidad de Nottingham, beca Chevening del Reino Unido. Twitter @pazplaneta