Luego de que se dio a conocer que miles de mosquitos genéticamente modificados fueron liberados por la empresa Oxitec en Florida, cada vez más personas temen ser víctimas de las picaduras de estos insectos, pues no conocen el peligro que esto pueda implicar.
Este proyecto fue aprobado por la Agencia de Protección Ambiental (EPA, por sus siglas en inglés) en mayo de 2020 y tiene la autorización para liberar hasta 750 millones de mosquitos alterados genéticamente en 2021 y 2022.
Su objetivo: combatir al mosquito Aedes aegypti, una especie invasora que porta varias enfermedades potencialmente mortales como la fiebre amarilla, el dengue y el virus del Zika.
¿Cómo lo harán?
Cuando los mosquitos machos genéticamente modificados maduren se aparearán con hembras silvestres locales y les transmitirán un gen letal que hace morir a las crías hembras.
Esto debido a que solo los mosquitos hembra del Aedes aegypti pican en busca de sangre, que a su vez necesitan para madurar sus huevos. Los machos se alimentan solo de néctar y no pican a las personas.
También se ha comprobado que los mosquitos hembra prefieren vivir cerca de los humanos, su presa preferida. Al picarlos de manera sigilosa, no solo toman la sangre de la persona sino que también inyectan cualquier virus que lleven consigo.
Con el experimento se espera que una cantidad suficiente de machos genéticamente modificados se reproduzca con hembras locales, con lo que la población de hembras que pican se reducirá en unos meses, al igual que la transmisión de enfermedades.
Por lo tanto, los mosquitos que están siendo liberados en Florida no representan un peligro para la población.
Pero a pesar de los beneficios que puede tener esta prueba, ha sido rechazada por ambientalistas y algunos científicos.
Incluso, fue lanzada una campaña en Change.org desde el mes de agosto de 2020 donde se especifica: “Una vez sueltos, será imposible contener la cantidad de estos mosquitos genéticamente modificados, estarán literalmente en cada sitio donde el viento sople”.
CRS