El Parlamento español aprobará hoy la ley de eutanasia en España, y la regulará como una nueva prestación del Sistema Nacional de Salud que podrán solicitar aquellas personas que padezcan una enfermedad grave e incurable.
Esta ley convertirá a España en uno de los pocos países en el mundo que permitirá ayudar a morir a un paciente incurable para evitar su sufrimiento. Aunque la legislación entrará en vigor en junio, responde a una creciente demanda social.
España será el cuarto país europeo que despenaliza la muerte asistida, junto a Holanda, Bélgica y Luxemburgo. Portugal la validó en enero, pero la Corte Constitucional pidió revisar la ley antes de promulgarla, mientras que en América Latina, solo Colombia la permite.
Ésta ha sido una prioridad para el gobierno del presidente Pedro Sánchez, que autoriza la eutanasia (personal médico administra la sustancia mortal) y el suicidio asistido (la persona se encarga de tomar la dosis prescrita).
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Claves de la eutanasia en España
La persona podrá recibir la eutanasia unas cinco semanas después de solicitarla, tras ser informado de las distintas alternativas y de los cuidados paliativos disponibles y después de confirmar la voluntad de morir al menos en cuatro ocasiones a lo largo del proceso.
La ayuda para morir podrá realizarse en centros sanitarios (públicos, privados o concertados) o en el domicilio del enfermo, además, la ley contempla la objeción de conciencia por parte de los profesionales sanitarios.
El médico siempre podrá rechazar la petición si considera que no se cumplen los requisitos. No obstante, debe ser aprobada por otro médico y recibir luz verde de una Comisión de Evaluación.
Desde mediados de los ochenta, cuando la eutanasia saltó al debate público, España ha sido testigo de varios casos, como el de Ramón Sampedro, un gallego tetrapléjico que pasó 29 años reclamando el derecho a un suicidio asistido, y que su historia fue llevada a los cines en la película "Mar adentro", que ganó un Óscar en 2005.
Con información de Agencias.
jos