Varios países han suspendido la administración de la vacuna AstraZeneca para verificar el riesgo de ser la causante de supuestos problemas sanguíneos graves.
La situación ha dividido a los gobierno del mundo, obligando a los líderes a evaluar los riesgos de suspender el uso de la vacuna contra coronavirus en momentos en que muchas naciones, especialmente en Europa, están sufriendo dificultades logísticas en su calendario de vacunación.
Las primeras sospechas que llevaron a suspender la administración de la vacuna de AstraZeneca se basaban en una eventual relación entre ésta y la formación de coágulos o trombos, que pueden provocar flebitis e incluso embolias pulmonares.
Sin embargo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) junto con la Agencia Europea de Medicamentos (EMA), han sostenido en reiteradas ocasiones que los casos de reacciones adversas a la vacuna no han sido comprobados, y que es segura su aplicación.
Pero, como sucede con todos los medicamentos, la clave está en ponderar los riesgos y beneficios de la vacuna AstraZeneca.
La suspensión de la vacuna busca procurar un tiempo para descartar toda relación, un principio de precaución habitual en medicina.
Por ejemplo, algunos especialistas han defendido que el mismo COVID-19 puede ser el causante de provocar coágulos sanguíneos, por lo que es posible que algunos de los problemas que se observan ahora no se deban a la vacuna sino al coronavirus, afirma Stephen Evans, científico de la London School of Hygiene & Tropical Medicine.
AstraZeneca ha subrayado en un comunicado, publicado el domingo pasado, que los casos de trombos son "similares" a los que registran sus homólogos.
Esta afirmación se apoya en datos oficiales del Reino Unido, uno de los países más avanzados en su campaña de vacunación, que además dan cuenta de que los coágulos son excepcionales.
En total, 37 personas han reportado haber sufrido coágulos, entre 17 millones de personas que han recibido la inyección en la Unión Europea y Gran Bretaña, afirmó la farmacéutica.
Por su parte, la EMA tiene prevista una reunión especial este jueves para decidir si son "necesarias" medidas respecto a la vacuna AstraZeneca, y asegura que sigue siendo seguro su uso.
Tanto la Agencia de Medicamentos Europea, como la farmacéutica y la OMS, han insistido en que no hay evidencia alguna de que la vacuna AstraZeneca contra el coronavirus cause trombosis.
Con información de AFP.
jos