Los guisantes, esas pequeñas bolitas verdes que a menudo adornan nuestros platos, están ganando reconocimiento no solo por su sabor y versatilidad, sino también por sus beneficios nutricionales. Esta humilde legumbre, perteneciente a la familia de las leguminosas, ha sido un alimento básico en muchas culturas alrededor del mundo y se está posicionando como una opción saludable y sostenible en la cocina moderna.
Los guisantes son ricos en proteínas, fibra, vitaminas y minerales. Una taza de guisantes cocidos aporta aproximadamente 8 gramos de proteína, lo que los convierte en una excelente opción para vegetarianos y veganos. Además, son una fuente significativa de vitaminas A, C y K, así como de minerales como el hierro y el magnesio. Su alto contenido de antioxidantes ayuda a combatir los radicales libres y promueve la salud cardiovascular.
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El cultivo de guisantes tiene un impacto ambiental relativamente bajo en comparación con otras legumbres. Requieren menos agua y fertilizantes, lo que los convierte en una opción más sostenible. Además, los guisantes son capaces de fijar nitrógeno en el suelo, mejorando la fertilidad del terreno y reduciendo la necesidad de fertilizantes químicos.
Cultivar guisantes en casa puede ser una experiencia gratificante, especialmente si deseas disfrutar de estos deliciosos y nutritivos legumbres sin tener que comprar semillas. Aunque lo más común es sembrar guisantes a partir de semillas, hay una forma ingeniosa de cultivar esta planta utilizando simplemente guisantes frescos que puedes encontrar en tu cocina.
Para cultivarlos en casa, lo primero que debes hacer es elegir guisantes frescos y saludables. Opta por guisantes que estén firmes y de un color verde vibrante. Puedes usar guisantes que hayas comprado en el supermercado o que hayas cosechado de tu propio jardín. Asegúrate de que no estén tratados con productos químicos, ya que esto podría afectar su capacidad para germinar.
Coloca los guisantes en un recipiente con agua tibia y déjalos en remojo durante 8 a 12 horas. Esto ayudará a activar su proceso de germinación. Una vez transcurrido este tiempo, escúrrelos y sécalos ligeramente con un paño. Elige una maceta o un contenedor con buen drenaje. Haz pequeños agujeros en la tierra, de aproximadamente 2.5 centímetros de profundidad, y coloca de dos o tres guisantes en cada agujero. Cubre suavemente con tierra y riega ligeramente.
En aproximadamente 60 a 70 días, tus guisantes estarán listos para cosechar. Cosecha cuando las vainas estén bien desarrolladas y firmes, pero aún verdes. Puedes cosechar regularmente para fomentar un mayor crecimiento de nuevas vainas. Una vez que hayas cosechado tus guisantes, puedes dejar algunas vainas en la planta para que se sequen. Una vez secas, puedes abrirlas para obtener más guisantes que puedes utilizar para cultivar en el futuro.
Con el aumento de la conciencia sobre la salud y el medio ambiente, el consumo de guisantes ha crecido en los últimos años. Restaurantes y hogares están incorporando más este ingrediente en sus menús y dietas. De hecho, se están desarrollando productos innovadores, como leches vegetales y hamburguesas a base de guisantes, que están captando la atención de los consumidores.
dhfm