En medio de la creciente búsqueda de alternativas naturales para combatir el insomnio y la ansiedad, la valeriana (valeriana officinalis) emerge como una opción destacada, reconocida por sus propiedades sedantes y relajantes que han sido aprovechadas desde tiempos antiguos.
Esta planta perenne, nativa de Europa y Asia, ha captado la atención tanto de la medicina tradicional como de la moderna, debido a su capacidad para promover un sueño reparador y aliviar el estrés sin los efectos secundarios de los medicamentos sintéticos.
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La valeriana ha sido utilizada por culturas antiguas, incluyendo los griegos y los romanos, quienes la valoraban por sus propiedades calmantes. En la Edad Media, se usaba como remedio para tratar nerviosismo, palpitaciones y problemas digestivos. Actualmente, se emplea principalmente como un tratamiento natural para el insomnio, ansiedad leve y otros trastornos del sueño.
La raíz de la valeriana contiene compuestos activos como ácidos valerénicos y valepotriatos, que actúan sobre el sistema nervioso central para inducir una sensación de calma y facilitar el sueño. Estos componentes ayudan a reducir el tiempo necesario para conciliar el sueño y mejoran la calidad del descanso nocturno, sin causar la sensación de somnolencia matutina frecuentemente asociada con otros sedantes.
¿Cómo plantar valeriana en casa?
Una de las formas más efectivas de propagar la valeriana es mediante la división de sus raíces. Este método no solo es sencillo, sino que también garantiza una rápida adaptación y crecimiento de la planta.
Es importante considerar que la valeriana prefiere suelos bien drenados y ricos en materia orgánica. Asegúrate de preparar el suelo aflojándolo y mezclándolo con compost. Puedes tomar una que no este madura, cortar solo las hojas que vas a utilizar en alguna infusión o remedios caseros y cultivar los otros tallos.
Separa cuidadosamente las raíces en secciones más pequeñas, asegurándote de que cada sección tenga al menos una yema de crecimiento. Coloca cada sección de raíz en el suelo preparado, asegurándote de que la yema esté justo debajo de la superficie del suelo. Espacia las plantas separadas entre sí, dejando al menos 30 centímetros de distancia para permitir un crecimiento adecuado.
Después de plantar, riega bien para asentar el suelo alrededor de las raíces. Mantén el suelo ligeramente húmedo durante las primeras semanas para fomentar el establecimiento. Una vez establecida, la valeriana es bastante resistente y no requiere mucho mantenimiento.
Es importante considerar que la valeriana alcanza su mejor momento para la cosecha justo antes de que florezca en verano.
Algunas indicaciones sobre su el uso de la valeriana
Aunque la Valeriana se considera generalmente segura cuando se usa según las indicaciones, es importante tomar ciertas precauciones. Algunas personas pueden experimentar efectos secundarios leves como dolor de cabeza, mareos o malestar estomacal. Además, debido a su efecto sedante, no se recomienda combinarla con otros sedantes o alcohol, ni usarla antes de actividades que requieran atención y concentración.
dhfm