Aunque el té de canela tiene muchos beneficios, existen situaciones específicas en las que su consumo puede ser perjudicial. Si tienes problemas de coagulación sanguínea o estás tomando medicamentos anticoagulantes, debes tener precaución, ya que la canela puede intensificar estos efectos.
Por otro lado, si padeces de úlceras gástricas o intestinales, es mejor evitar esta bebida, ya que puede causar irritación. Asimismo, si estás tomando algún antibiótico, es recomendable no mezclar ambos productos para evitar reacciones desfavorables.
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Además, puede provocar somnolencia, calambres o incluso sensación de tristeza si se consume en dosis elevadas. También aumenta el ritmo respiratorio y cardíaco, los movimientos peristálticos del aparato digestivo y las secreciones nasales, sudorales y lagrimales.
Por último, se debe evitar su consumo durante el embarazo, ya que puede causar abortos involuntarios, contracciones en el útero y hemorragias. También puede causar hipersensibilidad en la lactancia. Es fundamental recordar que un consumo moderado y responsable es la clave para aprovechar los beneficios de este té sin sufrir las consecuencias de un consumo excesivo.
La canela, además de aportar un sabor único a los alimentos, tiene propiedades que pueden influir en nuestra salud, específicamente en la presión arterial. Según diversos estudios, puede ayudar a reducirla en personas con hipertensión. Esto se debe a sus propiedades vasodilatadoras, es decir, su capacidad para relajar y expandir los vasos sanguíneos.
Además, la canela también puede mejorar la salud cardiovascular, ya que contiene antioxidantes que ayudan a mantener el sistema circulatorio en buen estado. Sin embargo, aunque puede ser un complemento útil para mantener la presión arterial en niveles normales, no debe ser considerada como un tratamiento único para la hipertensión.
Es importante tener en cuenta que, aunque la canela puede ayudar a reducir la presión arterial, un consumo excesivo puede tener efectos contraproducentes. Por tanto, se recomienda un consumo moderado y siempre bajo la supervisión de un profesional de la salud.