El concepto danés de "hygge" (pronunciado "ju-ga") se ha extendido más allá de sus fronteras nórdicas y se ha popularizado en redes sociales, pues parece ser el secreto para ser feliz. Aunque su traducción más cercana es “acogedor”, en realidad es el arte de crear calidez, bienestar y disfrutar de los placeres sencillos de la vida, rodeado de buenos amigos y familia. Estos elementos fomentan un estado de paz y equilibrio mental, algo crucial en un mundo donde el estrés y la rapidez a menudo dominan nuestro día a día.
Al cultivar un ambiente cálido y acogedor, ya sea a través de relaciones afectuosas, un hogar confortable o actividades, establecemos un refugio seguro contra las exigencias y presiones externas. Este enfoque en el bienestar no solo mejora nuestra salud mental, sino que también puede tener efectos positivos en nuestra salud física, ya que el estrés y la ansiedad pueden tener impactos negativos palpables en el cuerpo.
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¿De dónde proviene el "hygge", la filosofía danesa que te cambiará la vida?
Su raíz lingüística se encuentra en el antiguo noruego, significando originalmente "bienestar". A finales del siglo XVIII, este término se incorporó a la lengua danesa, evolucionando hasta convertirse en un rasgo distintivo de su cultura. “Hygge” es un concepto versátil que se puede encontrar en diversos aspectos de la vida cotidiana danesa, desde una tranquila noche con velas hasta un paseo en bicicleta por la ciudad.
Contrario a la creencia popular, “hygge” no se limita al invierno. Durante los meses de verano en Dinamarca, se vive al aire libre. Picnics en parques, barbacoas con amigos, conciertos y festivales callejeros son ejemplos de cómo los daneses incorporan hygge en su vida diaria, independientemente de la estación.
¿Por qué es importante buscar el bienestar, como lo propone “hygge”?
Disfrutar de los placeres sencillos de la vida nos permite reconectar con lo esencial y lo auténtico. A veces, la tecnología y el consumo a menudo nos alejan de experiencias más fundamentales y humanas, los placeres sencillos como leer un buen libro, disfrutar de la naturaleza o compartir una comida con seres queridos, nos recuerdan la belleza de lo cotidiano.
Estas actividades, por su simplicidad, nos ayudan a apreciar el momento presente y encontrar satisfacción en cosas que no dependen de grandes gastos o logros extraordinarios. Estos elementos nos ayudan a construir una vida más equilibrada y centrada, en la que el bienestar emocional y la conexión con nosotros mismos y con los demás ocupan un lugar central.
Y “hygge” es más que una palabra; es un estilo de vida que enfatiza la importancia de la sencillez y el goce de las pequeñas cosas en compañía de seres queridos. Esta filosofía danesa es un recordatorio valioso de que la felicidad a menudo reside en los momentos más simples y cotidianos. Adoptar un poco de hygge podría ser la clave para encontrar la felicidad y el equilibrio en nuestras vidas.
