El horno es uno de los electrodomésticos que más suciedad puede acumular a corto plazo. Su uso suele ser tan frecuente, que muchos vapores, sustancias y partículas grasos pueden quedar adheridas a las superficies interiores y exteriores del artefacto.
Ya sea en su versión a gas, como en su funcionamiento eléctrico, este artefacto es uno de los indispensables de las cocinas de cualquier hogar. Su limpieza debe ser relativamente frecuente, ya que los alimentos que se cocinan en él pueden impregnarse de olores y sabores desagradables.
Frente a este tipo de situaciones, existen productos en el supermercado que pueden acabar con el problema en cuestión de segundos. Pero si eres de las personas que están apostando a soluciones ecológicas y caseras, puedes implementar un método con vinagre.
¿Cómo utilizar el vinagre para limpiar el horno?
La maniobra es sencilla y requiere de los siguientes ingredientes y elementos:
- Vinagre
- Bicarbonato de sodio
- Jabón lavavajillas (opcional)
- Esponja
- Paño limpio
Pasos para eliminar la grasa incrustada del horno con vinagre
- Lo primero que debes hacer es colocar agua en la bandeja del horno (si tienes dos, mucho mejor) y calentar el artefacto durante 20 minutos a temperatura máxima. Esto hará que el vapor del líquido ayude a ablandar la suciedad más difícil e incrustada.
- Luego tienes que hacer la mezcla limpiadora ecológica con dos cucharadas colmadas de bicarbonato de sodio y 200 ml de vinagre. En este paso, puedes utilizar el líquido ácido que tengas en tu hogar, ya sea blanco o de sidra de manzana. También puedes sumar una cucharada de jabón lavavajillas para potenciar el efecto desengrasante. Si lo deseas, puedes aplicar todos los ingredientes por separado directamente sobre las superficies del horno.
- Posteriormente tienes que dejar enfriar el horno y cuando esté tibio podrás aplicar el limpiador ecológico en las superficies. Asegúrate de llegar bien con la mezcla a la puerta de cristal, las bandejas y las rejillas.
- Deja que actúe la sustancia durante 30 minutos y frota con una esponja humedecida con agua. También puedes utilizar un estropajo más rugoso para quitar la suciedad incrustada.
- Aclara con la esponja mojada y retira todo resto de la mezcla. Finalmente, termina el procedimiento con un paño limpio humedecido con agua, y coloca las bandejas y rejillas como correspondan.