Todas las personas pueden ser víctimas de un hackeo, ya que los ciberdelincuentes cada vez encuentran más atajos para lograrlo. Pero existen medidas para la prevención, de tipo “cerrojo”, que se pueden implementar en los dispositivos tecnológicos para proteger el acceso indeseado.
El uso generalizado de estos dispositivos ha potenciado la conectividad a través de las tecnologías USB-C, GPS, NFC, 4G o 5G, además de las clásicas como el Wi-Fi y el Bluetooth. Estas conexiones permiten la carga rápida, la localización precisa, la transmisión de datos de alta velocidad y el emparejamiento con otros artefactos.
Es por eso que en el sistema tecnológico, los ciberdelincuentes han potenciado sus esfuerzos para comprometer la seguridad o acceso a estas conexiones y posteriormente hacer robo de información y contraseñas. Esto quiere decir que los mensajes, fotografías, contactos, datos bancarios o el acceso a las redes sociales, pueden ser robados por los hackers para cometer fraudes, enviar spam o hacer acciones ilegales en nombre de la víctima.
Medida preventiva para evitar hackeos
Para minimizar los riesgos de este secuestro de información, y proteger los datos y archivos personales, es necesario tener algunas precauciones con el uso de la función de conectividad Bluetooth. Este mecanismo inalámbrico que sirve para emparejar dispositivos, es uno de los blancos fáciles de los hackers.
Según los expertos en ciberseguridad, los ciberdelincuentes aprovechan las vulnerabilidades de este protocolo de conexión para ejecutar los ataques y tener acceso a la información personal. Es por eso que la principal medida preventiva a tomar es desactivar el Bluetooth en el dispositivo cuando no se esté haciendo uso.
Además, siempre es recomendable conectarse a una red móvil segura para evitar posibles hackeos. Esto se traduce en utilizar conexiones cifradas y esquivar las redes Wi-Fi públicas no seguras. Para eso es fundamental elegir proveedores de servicios confiables.