El papel higiénico es uno de los elementos básicos que no puede faltar en el baño, pero también puedes darle otros usos que quizás no conocías. El primero se puede aplicar en la cocina, más precisamente en la nevera.
Este producto pensado para la higiene personal en el cuarto de baño, también tiene su aplicación en la nevera, ya que sirve a los fines de desodorizar el artefacto. Además de tener limpio este artefacto de la cocina, es necesario que no se mezclen los olores para conservar una mejor experiencia de los alimentos.
Como algunos alimentos pueden emanar olores fuertes (como por ejemplo la cebolla, el brócoli, el pescado o el ajo,), existe un truco que puede implementarse con este rollo de papel. Solo tienes que hacer una mezcla de agua y bicarbonato de sodio, y empapar el rollo por arriba y por abajo.
Al depositar este artículo de higiene personal en la nevera, harás que absorba olores y evite que se esparzan dentro del artefacto. De esta manera, conservarás el frigorífico en perfectas condiciones para disfrutar de tus alimentos.
Cortinas más estéticas en tus espacios
Además de estos usos en el hogar, el papel higiénico puede ayudarte a hacer tus espacios más sofisticados y elegantes. Al terminar los metros de este material, te quedará un rollo de cartón que seguramente pensarás en desechar. Pero no, no lo hagas sin antes conocer este truco de decoración.
El rollo de cartón es un excelente aliado para colocar las cortinas de una manera distinta a la tradicional. Muchas personas ya han aplicado esta técnica y le han dado una vista distinta a sus espacios. Solo tienes que acumular varios de estos elementos y colocarlos en la barra, de manera que la fachada de las cortinas tenga forma de “columnas”.
El procedimiento es sencillo: solo introduce la barra por lo hoyos de las cortinas, pero intercala un rollo de cartón de manera que quede oculto por detrás. De esta forma obtendrás un resultado realmente elegante e innovador, y harás que tus espacios se vean más arquitectónicos y amplios.