El beber un café para comenzar el día o para finalizarlo es un ritual que muchas personas han adoptado como algo indispensable dentro de su rutina diaria, pero la mayoría de ellas no tienen la capacidad económica ni el tiempo suficiente para tomar un café en donde el grano sea molido al momento, por lo que consumen café soluble o instantáneo que se prepara simplemente disolviendo el polvo en agua caliente y agregando azúcar al gusto, lo que ahorra mucho tiempo a las personas amantes del café.
Pero para muchos conocedores de la bebida, este método para preparar café no es el “verdadero” ya que afirman que el sabor originar y las propiedades de este se pierden cuando pasa por los procesos industriales para convertirlo en polvo, por lo que consideran que el café soluble es sólo una pobre imitación de los granos pulverizados al momento. Otro de los argumentos más recurrentes es que el café soluble crea más daños en el cuerpo, debido al proceso para enfrascarlo y convertirlo en polvo, pero ¿esto es real?
Efectos del café instantáneo
La realidad es que el café soluble continúa siendo café ya que pasa por el mismo proceso que el café tradicional, sin embargo, después de tostar los granos, se somete a un proceso llamado liofilización. Este proceso se utiliza para deshidratar los alimentos y hacerlos más adecuados para su transporte o conservación, consiste en congelar el material y luego reducir la presión para permitir que el agua congelada pase de sólido a gas sin pasar por el estado líquido.
Gracias a este proceso, cuando se agrega agua caliente al café instantáneo, se disuelve de inmediato y tiene un sabor a café que, aunque no es idéntico al del café tradicional, sigue siendo el mismo. Es así como el proceso para ambos es el mismo hasta la liofilización, por lo que las propiedades y daños que produce al organismo son lo mismo, no importa la presentación que se consuma; estas son algunas de los efectos que el café puede producir en el cuerpo.
- La cafeína presente en el café mejora las funciones cerebrales, independientemente de la forma en que se consuma.
- El consumo de café estimula el metabolismo y este efecto se siente en cualquier forma de consumo.
- Tanto el café tradicional como el instantáneo ayudan en la quema de grasa.
- Ambas formas de café reducen el riesgo de enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer y Parkinson y promueven la longevidad a largo plazo.
Es así como el consumo de cualquier café tendrá los mismos beneficios para el cuerpo humano, por lo que la preferencia por el café de grano o el soluble sólo es una cuestión personal que no le resta validez a las personas que no pueden permitirse más allá de una taza de café instantáneo, por lo que también es importante respetar este pensamiento y evitar la superioridad moral.
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