El mundo de la realeza nos sorprendió este fin de semana con una de las bodas nada esperadas (ni siquiera sospechada) que dejó grandes lecciones de moda que deben considerar todas las parejas que ya se encuentran en sus preparativos de boda. Se trata de la unión en matrimonio de Miriam de Ungría con el príncipe Ghazi bin Mohammad.
La noticia se dio a conocer este fin de semana y dejó sorprendidos a muchos, ya que hasta este domingo se desconocía que la princesa y el primo hermano del rey Abdalá II de Jordania, mantenían un romance y mucho menos que su amor podría llegar al altar. Pero la Casa Real de Jordania emitió un comunicado dando la buena nueva y además reveló la primera foto de la pareja, quien dio el "sí, acepto" este sábado.
Algo que no puede pasar por alto, además que se trata de la boda más discreta del año, es que los looks nupciales causaron sensación y es que todos los días la realeza nos deja grandes lecciones de moda entre los que afirman que menos es más y que el minimalismo siempre será una tendencia perfecta a seguir y robarse todas las miradas. Aunque el príncipe Ghazi bin Mohammad apareció con un traje negro, camia de botones, corbata y turbante, la diseñadora de joyas conquistó a todo el mundo con su elección de vestido de novia.
Y es que se trata del diseño más bonito, sencillo y elegante con el cual robarse todas las miradas aún en una ceremonia de lo más íntima. De acuerdo con varios medios internacionales, Miriam de Ungría -quien también es nuera del rey Simeón II de Bulgaria- apostó por un vestido de novia de la marca española Cortana, mismo que tiene como características principales la sofisticación y sencillez con una forma bastante discreta que hace resaltar a la novia.
Con la gran cátedra de moda de la ahora princesa Maryam Al Ghazi destaca por sumarse a las grandes tendencias de moda del momento, es decir, a aquellas que ponen en jaque al color blanco como el ideal para el look de las novias; como te hemos contado en otra ocasiones, el negro y rosa ya son igual de populares, aunque la miembro de la realeza apostó por un tono neutro en el que destaca un tono hueso y que gracias al brillo de la tela recuerda a la imagen de las perlas.
En lo que respecta al corte de la prenda, no pasa por alto una forma ligeramente holgada en la parte de la blusa, mientras que la falda es más ajustada en la zona de la cadera y con caída en línea recta, un detalle que ayuda a dar vuelo en la parte inferior. Por supuesto, esta combinación es más que perfecta para causar sensación, sobre todo cuando el escote en "V" queda en la parte trasera.
Un vestido minimalista como este no sólo destaca por su sencillez, pues la viuda de Kardam de Bulgaria complementó con una imagen igual de natural tanto con un maquillaje discreto, una melena suelta con ondas suaves y un estilo en el que el vestido de novia es el principal. Y es que a diferencia de otras bodas de miembros de la realeza, las joyas o tiaras no se hicieron presentes.
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