PIENSA JOVEN

¿Cuánto vale un sueño? 5 aprendizajes para mejorar tu vida diaria

Una tarde, una compañera de mi equipo de trabajo me preguntó de camino a junta: ¿qué es lo que te motiva a despertarte cuatro o cinco de la madrugada para entrenar?, después de unos segundos de silencio, le respondí: el compromiso conmigo

ESTILO DE VIDA

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Créditos: Foto: Freepik.es

Hace casi dos meses, estuve por cumplir una de mis mayores metas deportivas: el cruce de Cancún a Isla Mujeres, que consiste en nadar 10km de un punto a otro. A mi ritmo, calculaba nadarlo entre 3:20 - 4:00 horas dependiendo la corriente. ¡Era como un maratón a brazadas en el mar!, reto para el que me preparé más de seis meses nadando entre 25 - 40 km por semana. 

Al llegar el día, el viento y el clima no se veían favorables, la competencia comenzó y a los 45 minutos cuando estaba dos kilómetros mar adentro, una tormenta nos sorprendió con oleaje de más de un metro. Los organizadores dieron el silbatazo sostenido que anunciaba la cancelación del evento. Las opciones eran pocas, regresar nadando contra corriente entre la tormenta o esperar que un bote te rescatara. Yo, decidí regresar nadando. Horas después, se anunció SALDO BLANCO.

Para muchos, este evento podría parecer una locura sin sentido, pero para otros significa una gran oportunidad de poner a prueba los soft skills de la vida personal y profesional. No es casualidad que magnates como Anna Wintour, Jeff Bezos o Bill Gates comiencen su día a las 5:00 a.m. con un poco de deporte, de algo debe servir, ¿cierto? Bajo este contexto, me parece valioso compartir 5 aprendizajes para la vida que obtuve de esta profunda experiencia en el mar.

El compromiso es contigo

El compromiso a veces puede dar miedo, pero cuando es contigo ves el efecto multiplicador en tu entorno. Comprometerte con un reto te hace levantarte temprano a pesar del cansancio; repetir sesiones las veces que sean necesarias para mejorar tus tiempos; hacer cosas extraordinarias que te retribuyen una gratificación inusual.

Traducido al terreno laboral, hoy, las empresas buscan personas que se comprometan realmente con ellas por un tiempo sostenible, de modo que, aunque una tarea se torne cansada o tediosa, se pueda mantener el engagement entre las dos partes.

"Abrazo de cumbre: trabajo en equipo"

En una entrevista que realizamos a Karla Wheelock, primera mujer iberoamericana en alcanzar la cima más alta de Las 7 Cumbres y en escalar la cima del Monte Everest por la cara Norte, nos compartió que la sensación de logro se siente realmente mucho tiempo después de la preparación, y que lo más satisfactorio es sentir ese “abrazo de cumbre”, es decir, que por mucho que tengas un gran sueño, si llegas solo, de nada sirve.

Tener con quien compartir las metas y dividir tareas enfocadas a un mismo objetivo, construye un ambiente agradable y torna todo más llevadero y hasta divertido, como ocurre también en el mundo profesional. Un atleta tiene detrás a todo un equipo de soporte y, sin ellos, no podría llegar a la meta. 

Vencer tus demonios: preparación mental 

En los deportes de alto rendimiento, hay una exposición voluntaria a situaciones de riesgo, por lo que se requiere tener un mayor entrenamiento, conocimientos y habilidades. Todo eso es la preparación mental, esa fortaleza que te da el deporte al ponerte a prueba contigo mismo. Esto se puede aplicar en muchos aspectos: queremos que todo sea fácil y rápido, que nos genere placer o satisfacción inmediata: PR’s, trofeos, likes, shares... sin embargo, la naturaleza, en mi caso el mar, nos enseña que hay procesos y que la actitud vale más que la aptitud. 

Cambio de planes: ¡Control de estrés!

“Si no está en tus manos cambiar una situación que te produce dolor, siempre podrás escoger la actitud con la que afrontes ese sufrimiento”. Esta frase de Viktor Frankl, neurólogo, psiquiatra y filósofo austríaco, fundador de la Logoterapia y el Análisis Existencial, nos habla del valor que tiene nuestra  reacción ante momentos difíciles. El deporte genera virtudes que te permiten manejar situaciones de estrés laboral con mayor productividad y que cambian tu mindset al ver los osbtáculos como ventanas de crecimiento. 

De modo que, en el deporte y el trabajo ocurre lo mismo: en ambas se requiere disciplina aplicada en el control de tareas que se reflejan en el éxito de una vida plena. 

Metas altas

El deporte despierta constantemente la capacidad de sorpresa: te rodeas de paisajes asombrosos, ambientes solidarios y un compañerismo sin igual; convives con personas que son muy distintas a ti, pero con un común denominador: les apasiona soñar en grande. Todo esto va teniendo un efecto interno en tu mente y alma que se proyecta en tu sonrisa, en tu emoción al hablar, en tus ganas de contagiar esa sensación de bienestar. 

Si llegaste hasta esta línea, te invito a intentarlo. Verás que vale la pena salir de la zona de confort, ponerte a prueba… son los pequeños pasos los que te acercan a la meta. 

Eres capaz de hacer cosas increíbles, el reto y compromiso empieza contigo. 

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mgm