Las suculentas son de las plantas más fáciles de cuidar, ya que cuentan con un órgano especial que las diferencia de los demás especies, por lo que no necesitan de un riego frecuente y las convierte en resistentes a todo tipo de clima. Y lejos de conformarnos, siempre vamos a querer que este ejemplar crezca más sano y fuerte de lo normal, por lo que rescataremos una esponja de la cocina e implementaremos un truco casero para lograr este cometido.
Todas las plantas tienen su punto débil y el de las suculentas es el exceso de agua, ya que las afectará gravemente. Es que cuando se riega de forma abundante y desmedida, se pudrirán. En consecuencia, será necesario controlar el riego y solo proveerlo cuando su tierra está seca para evitar que se marchite. Más allá de que no requiere difíciles trabajo para su crecimiento, siempre será bienvenido un consejo de jardinería, tal como el que te contaremos hoy.
En consecuencia, con solo una esponja de cocina podrás causar un efecto increíble en las suculentas, por lo que te invitamos a tomar apunte y ponerlo en práctica. El primer paso consistirá en poner agua caliente en un recipiente e introducir la esponja de cocina con el objetivo de desinfectarla y eliminar todas las bacterias.
Cuando haya pasado una hora, debemos retirarla del agua y cortar en distintos pedazos, siempre ayudándonos con una tijera. El tercer paso consistirá en desenterrar a las suculentas de la maceta o el jardín y añadir los trozos de la esponja, de forma que queden bien separados unos de otros. Por último, tendremos que volver a colocar las plantas en su lugar de origen y cubrirla con su propia tierra.
De acuerdo a especialistas, la esponja ayudará a que las suculentas se mantengan hidratadas después de cada riego, haciendo que crezca más fácil, sana y fuerte. Además, es recomendable que apliques este truco casero cuando decidas cambiar las plantas de lugar, para así ayudarla a adaptarse mejor.