Una infusión debe ser tomada religiosamente con el objetivo de impulsar una buena salud, dependiendo también del tipo de hierba que se utilice. En esta ocasión, hablaremos del laurel, ya que con sus hojas se podrá preparar un té antiinflamatorio que te ayudará a deshincharte de forma natural, además de otros tantos beneficios que encontraremos en este tipo de infusiones.
De acuerdo a especialistas, las hojas de laurel contienen un compuesto denominado eugenol que tiene propiedades antiinflamatorias. Tienen especial efecto antiinflamatorio en huesos y articulaciones, pero pueden ayudar a reducir la inflamación asociada a una mala digestión, por lo que beber una infusión de este tipo será fundamental para el organismo. Es que además contiene ácidos grasos insaturados, antioxidantes y minerales como el potasio y magnesio facilitará la digestión y reducirá la formación de gases.
En consecuencia, una infusión de estas hojas es una buena opción siempre tras una comida copiosa y también después de la cena por sus propiedades relajantes. Aunque, según eruditos, si se toma antes de las comidas puede estimular el apetito, por lo que también es una infusión recomendada para personas que necesitan ganar peso. Pero, tomarla por la noche será fundamental para ganar horas de sueño, ya que combatirá el insomnio.
Las hojas de laurel contienen compuestos orgánicos como el pineno o el cineol, que liberan aceites esenciales capaces de inducir la relajación. Se utiliza mucho también en aromaterapia, ya que tienen propiedades calmantes y relajantes, a nivel físico y mental. A su vez, este tipo de té antiinflamatorio es capaz de reducir los niveles de cortisol, tanto para reducir la inflamación como para calmar la ansiedad.
Por último, un té antiinflamatorio de estas características favorecerá la circulación sanguínea. Es que el laurel tiene propiedades que mejoran la flexibilidad de los vasos sanguíneos y la circulación sanguínea, ayudando a mantener la presión arterial en condiciones. A su vez, este tipo de infusión aportará vitaminas de grupo B y magnesio también, beneficiosos para la circulación sanguínea.