Para llegar a la felicidad en los últimos años de vida se necesitan de algunos hábitos específicos, según informa la Universidad de Harvard. De acuerdo dicho estudio, somos menos felices cuando alcanzamos la edad adulta joven y la mediana edad, llegando a tocar fondo alrededor de los 50 años y la recuperamos cuando tenemos unos 65. Es en este momento cuando las personas o se vuelven mucho más felices o todo lo contrario, mucho más infelices. Es por eso que te sugerimos poner en práctica algunos hábitos en el camino a la vejez.
El especialista Arthur C. Brooks, profesor de la Escuela de Negocios de Harvard, reveló que aquellos que están mejor son los que disfrutan de buena salud física y mental, además de una gran felicidad con la vida. Así mismo, un gran grupo que integra la vejez está insatisfechos con la vida y por debajo del promedio saludable. En este contexto, para no padecer la falta de felicidad, te contamos 7 hábitos necesarios.
El primero de los hábitos radica en cuidar la forma de beber ya que el abuso del alcohol es uno de los factores más poderosos para fomentar distintas enfermedades y estar triste, por lo que es mejor mantenerlo alejado o beber con moderación. Para llegar a una vejez plena, otra de las claves será mantener un peso corporal saludable. Por lo tanto habrá que consolidar una dieta equilibrada en la que las frutas y las verduras tengan un papel destacado.
Por otro lado, una mejor vejez se logrará a partir priorizar el movimiento, programando un tiempo para ello y que consigas mantener todos los días. A esto se le suma la recomendación de no fumar, ya que además perjudicará tu salud pulmonar. Otro de los hábitos radica en cultivar relaciones estables a largo plazo, ya sea con una pareja, con tus familiares o con amigos. Tenés que encontrar personas con las que puedas crecer, con las que puedas contar, sin importar lo que se cruce en tu camino.
Según el especialista de Harvard, una buena forma de llegar a una vejez plena es seguir aprendiendo ya que una mente más activa en la longevidad significa una vida más larga y feliz. Por último, la clave de la felicidad estará en la práctica de mecanismos para afrontar las angustias de la vida. Esto significa trabajar conscientemente, tal vez con la ayuda de prácticas espirituales o incluso terapia, para evitar las quejas excesivas, las reacciones emocionales no saludables o el comportamiento de evitación.