La doctora Margarita Rodríguez, especialista en hematología, asegura que una prueba de sangre basta para que una persona logre saber si tiene a Leucemia Linfocítica Crónica, una enfermedad poco frecuente en los mexicanos, pero de la que se reportaron seis mil 955 casos en el país.
Menciona, en entrevista para El Heraldo de México, que no hay muchas formas para diagnosticar este mal, pero que hacerlo en las primeras etapas puede significar a los pacientes tener una expectativa de vida de unos 10 años sin ningún tipo de tratamiento o pasar hasta cinco años, pero pasando por terapias desgastantes.
Debido a que durante los primeros años en los que esta condición afecta al cuerpo no tienden presentarse síntomas, los agraviados no suelen darse cuenta de que se encuentran en peligro.
La doctora Rodríguez asegura que hay tres etapas de la Leucemia Linfocítica Crónica: la primera de ellas se caracteriza por no dar ningún signo de que algo está mal.
En contraste, la segunda se caracteriza por el aumento de linfocitos y el crecimiento del bazo, mientras que la tercera suele estar caracterizada por la presencia de anemia, la poca concentración de plaquetas e inclusive tumores.
¿Por qué puede salvarte la vida una prueba?
La bromearía hemática, mejor conocida como prueba de sangre, indica la especialista, permite que las personas puedan ser tratadas de mejor manera cuando se determina que tienen este mal. Algunos, asegura, pueden incluso vivir sin tratamiento.
La especialista recomienda que las personas jóvenes pasen por este tipo de procedimiento una vez al año, mientras que los adultos mayores lo hagan una vez cada seis meses, al menos. De esta forma, comentó, las posibilidades de hallar alguna condición extraña se incrementan exponencialmente.
En el caso opuesto están a los que viven con este mal sin hacer algo en contra de él, ya que probablemente tengan complicaciones que los lleven a fallecer, ya que muchos de los pacientes mueren por las situaciones relacionadas con la enfermedad o con las terapias para combatirla y no por la leucemia directamente.
Entre estos padecimientos se encuentran las hemorragias, anemia o las infecciones, a las que se hace frente con tratamientos relacionadas con las transfusiones de plaquetas y las quimioterapias.
¿Adiós a las quimioterapias?
La experta asegura que este mal puede ser tratado con medicamentos que se encuentran en el cuadro clínico de instituciones como las clínicas de alta especialidad, el Instituto Mexicano del Seguro Social y el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado. Sin embargo, destaca que los pacientes deben ser sometidos a tratamientos que estén avalados por expertos.
“No le vamos a dar todos los medicamentos al pacientes: Cada paciente tiene una indicación especial”, dijo.
Los fármacos más nuevos para contener estos males, indicó, pueden suplir en ocasiones a la quimioterapia; sin embargo, aseguró que este tratamiento sigue siendo imprescindible para algunos de los enfermos.
“Tienen mecanismos de acción diferentes. Seguimos ocupando quimioterapias con drogas, algunos pacientes requieren de la combinación de ambas”, explicó.
Durante la charla, la doctora de Rodríguez aseguró que las reacciones de estas fórmulas suelen tener reacciones similares a las dela quimioterapia como la anemia y la baja en las defensas; sin embargo, permiten no pasar por procesos en los que los pacientes pierdan el cabello.
Otra ventaja de este tipo de tratamientos incluye la posibilidad de que sean administrados desde casa del paciente, por lo que no tendrá que acudir a las clínicas para recibirlos, situación que es beneficiosa en la actualidad, debido a los riesgos derivados de la Covid-19.
No obstante, la especialistas resaltó que aunque los fármacos parecen ir en el camino de eliminar la quimioterapia en el combate contra la leucemia, aún este mecanismo es necesario para tratar a la gente que enferma de ella.
“Cuando no teníamos más quimioterapias usábamos mucha quimioterapia, entonces el secreto está en es saber elegir al paciente y lo que necesita cada uno”.