Arqueólogos mexicanos trabajan en la zona conocida como Chichén Viejo para añadir al esplendor de la zona arqueológica de Chichén Itzá, Yucatán, una serie de palacios mayas, altares y una muralla perimetral que delimita las estructuras mayas que han estado, por siglos, perdidas entre la selva.
Dichos trabajos llevan 80 por ciento de avance en materia de exploración y se dice que el complejo habitacional perteneció a un integrante de la élite maya, quizá a algún allegado de un gobernante.
El sac-bé (camino blanco en maya) que une el complejo ceremonial de Chichén Itzá con la zona de Chichén Viejo guarda celosamente un secreto: atlantes, una plataforma en forma de tortuga y un gran palacio con motivos fálicos. En este lugar también está el Palacio de los Caracoles y el Templo de los Búhos, que tiene esculturas de esas aves con alas extendidas que se alternan con figuras humanas que portan picos e instrumentos de sacrificio.
También está la Galería de los Monos, que tiene relieves y 16 páneles, seis en los cuales representan a algunos grandes señores mayas.
Las investigaciones comenzaron en 1998, año en el que estuvo abierto al público. El visitante pagaba un boleto especial, pero los trabajos se paralizaron y se cerró por falta de presupuesto.
AUGE DE CHICHÉN ITZÁ
- 900 AL MIL 200 DESPUÉS DE CRISTO.
- EN 1998, CHICHÉN VIEJO ABRIÓ AL PÚBLICO.
- ESE MISMO AÑO, CERRÓ POR FALTA DE PRESU PUESTO.
- 80% ES EL AVANCE QUE SE TIENE EN LA ZONA.
BGM