La demencia se caracteriza por la pérdida progresiva de las funciones cognitivas debido a diferentes trastornos cerebrales. Este problema cognitivo ha avanzado paulatinamente en diferentes países del mundo, afectando especialmente a los adultos mayores. Dentro de esta alteración cognitiva, donde también se incluye a la enfermedad de Alzheimer, una dieta sana podría retrasar sus efectos y combatirla, según estudios recientes.
En consecuencia, será importante Incorporar distintos hábitos alimenticios para mejorar la salud, incidiendo en el surgimiento de demencia y enfermedad de Alzheimer. Es por eso que una dieta sana incidirá directamente en estas alteraciones cognitivas, caso contrario, manteniendo un estilo de vida centrado en comida chatarra y podría poner en riesgo a la salud de las personas.
En este sentido, existe una dieta sana que incidirá en la prevención de estas enfermedades, por lo tanto especialistas han comenzado a recomendarla. Se trata de la dieta MIND (combinación de la dieta mediterránea y DASH), que permitirá el retraso del deterioro cerebral. Esta alimentación incluye la ingesta de alimentos naturales, no procesados y la limitación de sal.
Siguiendo los pasos de una dieta sana centrada en la alimentación MIND, la demencia y la enfermedad de Alzheimer quedarían al margen. Este tipo de alimentación consiste en comer cereales integrales tres veces por día, divididos en el horario que se crea conveniente, combinando pautas previas con un profesional de la nutrición. En consecuencia, es vital la incorporación de estos productos en la alimentación cotidiana. Además, no solamente se combatirá el deterioro cognitivo, sino que también se le aportará al cuerpo nutrientes específicos.
Por lo tanto, siguiendo estas recomendaciones se podrá contrarrestar la demencia, la enfermedad de Alzheimer, obesidad, diabetes tipo 2 y patologías cardíacas. La dieta sana con un eje en la alimentación MIND consistirá en incorporar cereales integrales, verduras, pescado, carnes magras y aceite de oliva. Por su parte, el trigo integral, el arroz integral, la cebada, el maíz, la avena y el mijo, entre otros, serán fuentes importantes de cereales integrales.