El cáncer es produce cuando hay un proceso descontrolado en la división de las células del cuerpo del individuo y destruye los tejidos corporales, formando distintos tipos de tumores, de acuerdo a la enfermedad. Si bien hay tratamientos consolidados para combatir el cáncer, un estudio realizado en roedores (y planificado a ensayar en humanos) sostiene que llevando una dieta específica y una alimentación saludable, la patología se contrarrestará.
Distintos tipos de investigaciones han girado en torno al vínculo entre la dieta y los tumores malignos. Y entre sus principales conclusiones se ha detectado que si bien la dieta no cura, es un gran factor que ayudará en la protección para prevenir el cáncer. Hay distintos tipos de cáncer y en ellos si influye más la alimentación saludable: colorrectal, esófago, estómago, páncreas, riñón e hígado, entre otros.
La investigación, publicada en la revista científica Nature, sostiene que se le puede poner un freno a las neoplasias. El estudio, realizado por el Instituto Tecnológico de Massachusetts, analizó dos tipos de dietas diferentes en ratones y, como resultado, se reveló que ambas afectan y pueden retrasar el crecimiento tumoral a través de la restricción de calorías y de la consolidación de una alimentación saludable.
La dieta restringida en calorías y la dieta cetogénica fue aplicada en ratones de laboratorio con tumores pancreáticos y gracias a ello se descubrió que solo aquella que aporta menos grasas podría desacelerar el crecimiento de tumores y, por consiguiente, el avance del cáncer.
Y como se ha mencionado anteriormente, la dieta no será crucial, por el momento, pero se estima que en los próximos tiempos se lleguen a trabajos concluyentes. Por el momento, especialistas sostienen que los mejores métodos para combatir el cáncer con las quimioterapias, radioterapia, cirugías y tratamientos con fármacos. Mientras que por el momento se sugiere que aquellos que padecen estas enfermedades no practiquen este tipo de dieta.
