MARTHA DEBAYLE

¿Demasiado POSITIVO? Descubre la diferencia entre optimismo y el famoso "A mí no me va a pasar"

Descubre junto a Martha Debayle y el psicoterapeuta Tali Sharot que no todo está basado en la suerte

ESTILO DE VIDA

·
Debemos aprender a equilibrar el optimismo y el sesgo optimista. Foto: EspecialCréditos: Foto: Especial

¿Qué es el sesgo optimista?

La falsa creencia de que la suerte podrá librarnos de cualquier pronóstico negativo, que el futuro y todas las proyecciones y análisis del mundo nunca llegarán a ti.

Sin embargo tomar ésta actitud puedo dejarnos dentro de una frustrante zona de confort en la que sería difícil salir si sigues pensando en que a ti nada malo te va a pasar.

Todas las decisiones que se toman en la vida están influenciadas por el hecho de que se tienen esperanzas en el futuro.

Origen

Éste tipo de pensamientos son parcialmente genéticos y patológicos, se ha visto que muchas especies como las ratas, caballos, cerdos y aves, tienen un rasgo optimista.

Pesimismo social, optimismo personal

Cuando se trata de pensar en el futuro como país o cuando pensamos en comunidad, las esperanzas cada día van dismunuyendo y se tiende a pensar de manera pesimista.

En cambio, cuando pensamos en nuestros propios propósito, la actitud se torna diferente ya que, de alguna manera, sentimos que tenemos el control de nuestra vida y por lo tanto se pueden tomar mejores decisiones. 

Sesgo optimista que se adapta

Cuando existen situaciones difíciles o de peligro a nuestro alrededor, el sesgo optimista desparece por algún momento, ya que conscientemente no se quieren tomar riesgos.

Sin embargo cuando tenemos un "golpe de suerte" ante esos casos, el sesgo optimista reaparece. 

Lo negativo

Cuando las creencias o suposiciones son extremadamente positivas, puede llevarnos a situaciones desastrosas en las que difícilmente podemos prever algún tipo de riesgo o error, nos "cegamos" a alguna mínima posibilidad de que algo pueda salir mal y creemos que tomando duna actitud positiva "nada nos va a pasar".

Equilibrio

dice le dicho y dice bien, prevenir antes que lamentar. La clave en esto es encontrar el equilibrio y no caer en pensamientos totalmente desastrosos pero tampoco caer en un exceso de positivismo que nos nuble la vista para no prever ni tomar riesgos que nos permitan alcanzar otro tipo de objetivos.