Pepito Romay fue uno de los actores infantiles que más brilló durante la llamada Época de Oro del Cine Mexicano pues su talento y carisma para la actuación lo llevaron a protagonizar películas verdaderamente memorables por lo que en esta ocasión haremos un breve recorrido por su carrera artística y también te diremos qué fue el niño más tierno y travieso del cine mexicano.
El verdadero nombre de este querido actor era José Antonio Rodríguez Mas, nació el 22 de agosto de 1948 en la Ciudad de México, su padre fue el reconocido director Joselito Rodríguez y debido a ello, Pepito estuvo entre los sets de grabación desde que era tan solo un bebé pues apenas tenía algunos meses de nacido cuando participó en su primera película, “Café de chinos” (1949).
Cuando cumplió tres años, Pepito Romay dio una gran demostración de su talento histriónico en “Píntame angelitos negros” pues su actuación le valió ser nominado al Premio Ariel y aunque no lo ganó en ese año, esto fue una motivación para seguir brillando en la pantalla grande por lo que en los años siguientes siguió repitiendo nominaciones, pero fue hasta 1956 cuando finalmente fue galardonado con el más alto reconocimiento del cine mexicano gracias a su actuación en la película “Después de la tormenta”.
Algunas de las cintas más recordadas de Pepito Romay fueron “La pequeña enemiga”, “Dos diablitos en apuros”, “Pepito as del volante”, “Pepito y los robachicos”, y “Pepito y el monstruo”, cabe mencionar que, en dichas cintas, el pequeño actor pepito no solo realizaba travesuras, sino que era capaz de conmover al público con sus actuaciones verdaderamente dramáticas.
¿Qué fue de Pepito Romay?
Luego de perder su imagen infantil y una vez terminada la Época de Oro del Cine Mexicano, Pepito Romay logró mantenerse vigente dentro de la industria cinematográfica y todavía logró protagonizar diversas cintas siendo un adolescente, algunas de estas cintas fueron “El tesoro del indito”, “El misterio de Huracán Ramírez”, “Nosotros los feos”, “De sangre chicana”, además, cuando se convirtió en todo un adulto participo en “El hijo de Pedro Navaja” y en “Ni de aquí ni de allá”.
Tras perder presencia como actor, Pepito Romay decidió seguir con el legado de su padre, pero antes de convertirse en director pasó por diferentes puestos de producción como asistente de cámara y sonido. Como director y productos, Pepito llevó a la pantalla grande por lo menos siete películas.
Una vez entrado el nuevo siglo, Pepito Romay se convirtió en uno de los principales promotores del cine nacional pues se encargaba de realizar diversas exposiciones donde se mostraba el trabajo de la industria cinematográfica nacional, asimismo, fue un gran referente en la lucha de la defensa de los derechos de autor, incluso, llegó a ser miembro del consejo directivo de la Sociedad Mexicana de Directores-Realizadores de Obras Audiovisuales S. de G.G de I.P.
Los últimos años de Pepito Romay los pasó sumamente activo en sus múltiples ocupaciones, sin embargo, la muerte le llegó de forma repentina pues el 4 de septiembre de 2013 sufrió un infarto fulminante que acabó con su vida, tenía 65 años de edad.
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