El 19 de mayo de 1962, Marilyn Monroe, el icono erótico del siglo XX, hizo una de sus últimas apariciones públicas, una de las más emblemáticas, de esas que se grabaron en la cultura popular, tanto o más que la foto encima de la ventilación del Metro de Nueva York en la que se le alza la falda de su vestido blanco.
Norma Jeane Mortenson, como era el nombre real de la actriz estadounidense, cantó con su dulce voz "Happy Birthday, Mr. President" (Feliz cumpleaños, señor presidente) a John F Kennedy por sus 45 años en el Madison Square Garden. A 60 años de distancia, esas imágenes tienen un halo fantasmagórico.
La rubia se encontraba a solo 12 días de su cumpleaños número 36, el último onomástico que celebraría, pues unos meses después la policía encontraría su cadáver junto a una caja de pastillas y un teléfono en su mano. Su cuerpo desnudo sólo estaba cubierto por una sábana, pero su deceso ha estado encubierto por misterio, intrigas y sospechas.
Hay infinidad de rumores sobre lo que pasó en la mansión de la calle Helena Drive de Brentwood, California. Periodistas que viajaron al lugar de los hechos después del anuncio de su muerte recogieron testimonios de todo tipo: desde los que aseguran que una semana antes una mujer gritó de forma histérica, "¡asesinos!", hasta que una ambulancia se llevó a Marilyn viva y la regresó muerta.
Lo cierto es que aquella noche Marilyn lució despampanante con un vestido lleno de diamantes del diseñador francés Jean Louis. Fue un escándalo, el sex symbol de la época le cantaba al presidente con el que según los rumores tenía un "affaire".
El Partido Demócrata había planeado un evento de recaudación que sacudiera a toda la nación y Marilyn lo logró. Aún faltaban 10 días para el cumpleaños de JFK (29 de mayo), sin embargo los diarios no plasmaron en sus titulares otra cosa que no fuera la estilizada silueta de la rubia dirigiéndose al presidente.
Además de los rumores del jet set estadounidense, el show le costó a Marilyn Monroe una de las mayores humillaciones de su carrera.
Twentieth Century Fox la había contratado como protagonista de su película Something's Got to Give, para la cual había filmado una secuencia desnuda en la alberca que la censura obligó a retirar. Después, el rodaje estuvo lleno de retrasos por las enfermedades y adicciones que ya padecía la rubia en ese entonces.
El viaje a Nueva York hizo pensar a los ejecutivos que Marilyn estaba lista para volver a los sets con vigor, pero cuando lo hizo estaba tan sedada que no podía recordar sus líneas. El director del estudio la despidió, la demandó por incumplimiento de contrato por $500,000 dólares y puso en su lugar a Lee Remick, quien hizo pareja con Dean Martin.
Esa noche de esplendor de Marilyn sólo fue el preludio del ocaso que terminaría de forma fatal. Hay otro evento inmediato anterior a su muerte que llena de inquietud a todos aquellos que no están conformes con la versión oficial de su muerte. La joven nacida en Los Ángeles, California, viajó a una incómoda reunión en Cal-Neva Lodge, en los límites del estado californiano y Nevada.
Invitada por Frank Sinatra, las crónicas aseguran que Marilyn estuvo rodeada de poderosos hombres del mundo empresarial y de la farándula, así como infames miembros de la mafia. Lo que se dice de ese fin de semana es terrible y toca temas de abuso, nada de lo que haya un registro oficial.
La reaparición del famoso vestido
El famoso vestido que había costado $12,00 dólares en 1962 fue subastado después por 1.3 millones de dólares. La primera de varias subastas que multiplicarían su valor, hasta que en el Met Gala de 2022, la socialité Kim Kardashian apareció en la alfombra roja enfundada en la entallada prenda.
"Pensé que fue un gran error. Marilyn era una diosa. Una diosa loca, pero una diosa. Era simplemente fabulosa. Nadie fotografía así. Y se hizo por ella. Fue diseñado para ella. Nadie más debería ser visto en ese vestido", dijo Bob Mackie a Entertainment Weekly.
Mackie fue el encargado de pasar del papel a la tela el fabuloso diseño de Jean Louis. A sus 83 años reconoció la belleza y fama de Kim Kardashian, pero con puntual claridad, explicó que esos no eran los únicos atributos de Marilyn.
"Las Kardashians son muy atractivas y algunas son francamente hermosas, pero solo son famosas siendo famosas [...] Sabes, hicieron mucho dinero, entonces creo que hay algo que decir al respecto. Alguna de ellas realmente ha copiado la ropa de Cher línea por línea, latido a latido, lo que es interesante. Es como, lo que sea. Hice esos diseños hace muchos años que no me preocupa que los copien ni nada. Es como un cumplido, realmente", expresó.
Así, 60 años después y aunque sólo sea un fantasma en blanco y negro, quedó claro que Marilyn sólo hay una.
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