En 1948 cuando el cine mexicano estaba pasando por su época dorada y Pedro Infante, Blanca Estela Pavón e Ismael Rodríguez gozaban del éxito con una de las películas más recordadas por el pueblo mexicano “Nosotros los pobres” (1948), una pequeña niña apareció en el panorama para robarles un poco de atención y sin saberlo colocarse en la memoria colectiva por décadas y hasta nuestros días.
Nos referimos a la pequeña hija (en la ficción) de Pedro Infante en su personaje de Lorenzo dentro de la cinta “Los Tres Huastecos”, la famosa “Tucita”, quien en la realidad llevó el nombre de María Eugenia Llamas.
La “Tucita” como amistosamente se le llamó dentro de la trama dirigida por Ismael Rodríguez, obtuvo una nominación para el Ariel por su actuación y se quedó con ese mote a lo largo de su vida, misma que se apagó un 31 de agosto de 2014.
La pequeña María Eugenia fue hija de una pareja de refugiados que huyeron de la Guerra Civil Española en 1939, es además hermana de la comunicadora María Victoria Llamas y medio hermana del actor de telenovelas, José Ángel Llamas, quien catapultó su carrera gracias a su papel protagónico en la telenovela “Nada personal”.
María Eugenia nació un 19 de febrero de 1944, cuatro años después cautivó al público mexicano con su actuación como la hija traviesa y respondona, pero dulce y carismática de Lorenzo, el hermano huasteco del tamaulipeco, así como la sobrina de Juan de Dios, el cura potosino y Víctor, el férreo capitán veracruzano.
La pequeña “Tucita” se ganó el corazón del público mexicano con su famosa frase “Pa’qué me dejan sola si ya me conocen”, a partir de entonces, los directores se fijaron en su trabajo y carisma y decidieron incluirla en otros proyectos en la llamada época dorada del cine mexicano, con cintas como “Dicen que soy mujeriego” (1949) y “El seminarista” (1949), “Las dos huerfanitas” (1950), “Los hijos de la calle” (1951) y “Una calle entre tú y yo” (1952).
Luego le siguieron actuaciones en “La segunda mujer” (1953), y su última actuación en la época dorada fue en la cinta “La edad de la tentación” (1959), con la que también se cerró un ciclo para ella como actriz infantil.
Regresa al cine
Su incursión de nueva cuenta en el cine ocurrió con la cinta El gatillo de la muerte (1980), a la que le siguió Cazador de asesinos (1983), de José Luis Urquieta, y El criminal (1985), de Fernando Durán Rojas, en todas ellas acompañando a los hermanos Mario y Fernando Almada.
Llamas también participó en series de televisión como Gutierritos (1958) y Grandes finales de telenovelas (2010), así como en el documental ¡Pedro Infante vive! (2007), en el que narró sus recuerdos y anécdotas al lado de El ídolo de Guamúchil.
Su última aparición en la pantalla fue bajo la dirección de Jesús Mario Lozano en Más allá de mí, donde también actuaron Humberto Busto, Flor Payán y Luis Gerardo Méndez.
La actriz falleció en Zapopan, Jalisco, luego de un paro cardiorrespiratorio a la edad de 70 años, dejando una familia numerosa, que incluía a sus tres hijos, Fernando, María Eugenia y Luz María, además de una prolífica carrera en radio, cine, TV y teatro.
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