En la actualidad, es común enterarnos de diversas historias de famosos que atravesaron por todo tipo de experiencias difíciles antes de llegar a consolidarse con un espacio dentro del mundo del espectáculo y la farándula, esto es algo que sucede desde la época más prolífica del séptimo arte en México, y hablamos del periodo del Cine de Oro, en dondediversos actores y actrices se consagraron en la cima de la industria a nivel internacional.
En esta época un actor extranjero llegó a México para consolidarse precisamente en lo más alto de la fama dentro del gremio, y se trata de Wolf Ruvinskis, histrión que participó en más de treinta películas, siendo uno de los villanos más temidos por su rudeza y por su increíble forma física.
Con un perfil caucásico, ojos azules, y una altura destacada, Wolf Ruvinskis pronto destacó en México por ser un hombre con un atractivo destacado, especialmente dentro del Cine de Oro, pues el gremio del séptimo arte lo abrazó a pesar de no ser originario de este país.
Un galán que trabajó en todo antes de ser famoso
El famoso soviético se posicionó pronto como uno de los actores más cotizados dentro de esta época en el cine, pues algunas de sus cintas más recordadas y que marcaron al público fueron "Neutrón: el enmascarado negro" o "Los autómatas de la muerte", donde el famoso tuvo un personaje protagónico que le consiguió la fama internacional.
Cabe destacar que el talento de este galán del cine mexicano lo llevó a compartir escenario con los más grandes de este periodo, tal es el caso de Cantinflas, Miroslava Stern, Germán Valdés “Tin-Tan”, Pedro Infante y María Félix.
Sin embargo, antes de llegar a estos niveles de fama, Ruvinskis atravesó diversos momentos complicados entorno a su economía, por lo que tuvo que recurrir a desempeñarse en diversos oficios y nunca tuvo problema con ello, ni con emplear su fuerza física para ganarse la vida, pues siempre destacó por su altura y músculos.
Se sabe que era el año de1946 cuando el galán de la gran pantalla llegó a México debido a que quería cruzar a Estados Unidos, pero por falta de papeles se quedó en tierra Azteca, en donde trabajó como cargador de bultos en el mercado de La Merced, sin embargo su suerte cambió luego de enfrentarse en un pleito callejero, enfrentamiento en el cual le rompieron la nariz.
Luego de la riña fue trasladado al consultorio del Dr. Bolaños, quien se ocupaba a la sazón de los luchadores, y lo metió a aprender lucha grecorromana y posteriormente se convirtió en luchador libre; Ruvinskis pronto se convirtió en un hombre solicitado para hacer papeles de hombre fuerte en las películas, por lo que eventualmente se convirtió en un cotizado villano del cine mexicano.
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