Héctor Juan Pérez Martínez, mejor conocido como Héctor Lavoe, es sin lugar a duda uno de los grandes referentes de la salsa, además de ser parte de los intérpretes responsable en definir lo que hoy por hoy es uno de los géneros más bailables del mundo.
El puertorriqueño-estadounidense tuvo que enfrentar grandes tragedias a lo largo de su vida, y estos temas se vieron reflejados en las letras de varias de sus canciones.
El cantautor atravesó por duros sucesos que paulatinamente le afectaron los nervios. Algunos ejemplos fueron el incendio en uno de sus departamentos que le provocó diversas lesiones, el asesinato de su suegra Gina de Román, el fallecimiento de su padre, y uno de los eventos que marcarían para siempre el alma del cantante, la muerte accidental de su hijo a causa de un arma de fuego, Héctor Pérez Jr.
Héctor ,al principio vacilaba acerca de grabar uno de sus más grandes éxitos, “El cantante”, pero fue Willie Colón quien finalmente lo convenció para darle voz a este melancólico tema que habla sobre los impactos de la fama en los cantautores.
El impacto de la canción fue tal que, en cada uno de sus conciertos, la gente le exigía que cantara el gran tema, y era reconocido principalmente por este sencillo, publicado en 1978.
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Estuvo en riesgo de morir
En diciembre de 1980 , Héctor Lavoe se encontraba en Colombia en un evento privado durante celebraciones del año nuevo. Inicialmente, el cantante estableció claramente que su performance duraría hasta las dos de la mañana, no más, a pesar de que uno de los organizadores del evento le había exigido de manera poco afable que lo requerirían hasta las seis.
Al llegar la hora, la banda y el vocalista se dispusieron a marcharse, pero su público les pidió que cantaran algunos temas más, aunque no de la forma que suele acontecer. Algunos de los presentes decidieron apuntar a la integración musical con el fin de obtener lo que querían, más música por parte de Lavoe. El intérprete, acorralado por la circunstancia y por algunas armas de fuego, prosiguió con sus canciones.
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Posteriormente, cuando lo habían obligado a tocar “El cantante” una cantidad impresionante de veces, Lavoe se encontraba exhausto, y se negó firmemente a continuar, por lo que las personas del evento optaron por encerrarlo a él y a su banda dentro de un cuarto.
Los músicos, desesperados por la situación, rompieron una ventana y escaparon uno a uno, para luego adentrarse en el bosque y poder encontrar una carretera. Allí, el grupo encontró un taxista, a quien suplicaron que los trasladara al hotel, pero en condición de pagarle hasta que llegaran a su cuarto, ya que , dada la situación, no tenían el dinero necesario.
El conductor dudó por unos momentos, así que Héctor se vio obligado a revelar su popular identidad, hecho el cual tampoco convenció por completo al taxista. Sin embargo, le comentó que le creería si cantaba “El cantante”.
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Lavoe, exasperado y cansado por la larga noche, entonó nuevamente su himno. Con esto, el chófer, con los pelos de punta, cedió ante la oferta y los llevó hasta el hotel. Gracias a esto, el cantante le concedió más entonaciones en el trayecto en agradecimiento.
Al llegar, el manager buscó el dinero, y pagó la cantidad debida al taxista, y con una amigable despedida, el conductor siguió su camino, y los músicos, finalmente, se encontraron a salvo.
El periodista Juan José Hoyos confirmó esta versión gracias a una biografía de uno de los músicos que se encontró en esa noche, ya que los sucesos coincidían con exactitud. Además, Eddie Montalvo, quien también asistió al evento, corroboró de igual manera el relato