El humor es una de los géneros más difíciles de abordar y que pocos directores manejan con elegancia o inteligencia. Uno de los ejemplos más claros de cómo se puede hacer una cinta película hilarante sin necesidad de perder la clase es "Ciegos, Sordos y Locos", también conocida como "See No Evil, Hear No Evil", la cual está disponible en Netflix.
Este producción cuenta uno de los guiones más precisos en el género, ya que se adentra muy bien en la psicología de los personajes y además los pone en escenarios que, por sus condiciones, terminan involucrados en situaciones ridículas que provocan carcajadas a montones.
Este año el largometraje cumplió 32 años de haber sido escrito; sin embargo, sigue siendo vigente y se conserva fresco, pese a que la cinta está ambientada a finales de los años 80.
¿De qué trata esta película?
Dirigida por Artur Hiller, responsable del primer episodio de la primera serie de "Los Locos Adams" y varios episodios de "Alfred Hitchcock Presenta", la cinta se centra en contar las aventuras de Wally, un hombre sordo interpretado por Richard Pryor, y Dave, un sordo encarnado por Gene Wilder.
Ambos personajes se ven inmersos en una intriga relacionada con un robo y un asesinato, por lo que a pesar de conocerse durante solo unos minutos, deben aprender a comunicarse, con todas las barreras que sus discapacidades significan.
La situación se complica cuando un hombre y una mujer tratan de acabar con ellos para evitar que sirvan de testigos del delito. Por si fuera poco, decenas de policías también los buscan porque creen que son los responsables de haber cometido el homicidio ocurrido frente al puesto de periódicos donde trabaja Dave.
¿Por qué verla?
Lejos de tratar la discapacidad como un chiste y caricaturizar a los personajes al punto de hacerlos idiotas, la cinta muestra a dos seres humanos que deben enfrentarse y resolver problemas complicados con las condiciones que experimentan en su día a día.
La cinta además dignifica a este sector de la sociedad, ya que en lugar de burlarse de él, lo muestra como competente para realizar todo tipo de objetivos.
Incluso, durante la mayor parte de la producción tanto Dave como Wally se la pasan tratando de negar la falta de uno de sus sentidos, lo cual los mete en más enredos como el tener que conducir un automóvil o tratar de escapar de un grupo de perros guardianes.
La cinta tiene además una moraleja ligada a la autoaceptación, a aprender a mostrarse como se es y superar las adversidades colaborando con los demás. Es sin duda, una de las entregas más interesantes de Netflix.