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MARIO MORENO CANTINFLAS

Gabriel Moreno: el nieto de Cantinflas que lo perdió todo por las adicciones

El joven pasó varios años en centros de rehabilitación hasta que logró dejar las drogas

ESPECTÁCULOS

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LE HA COSTADO.El joven se recuperó en una clínica de la que salió en 2019Créditos: Especial

“Tú no puedes forzar a nadie a que cambie a menos de que sea su voluntad”, estas palabras fueron las palabras con las que Mario Moreno Ivanova se refirió al caso de su hijo, Gabriel, quien también es el nieto de Cantinflas

De acuerdo con el vástago del artista, había tratado de llevar al más pequeño de los Moreno por el buen camino en varias ocasiones, pero que nada pudo evitar que llegara a vivir en la calle. Esto se contradice con lo que el joven ha narrado en varias entrevistas a lo largo de los años. 

“Mi papá me llevó al cine, de ahí me llevó a los tacos, me dijo que me iba a ser hombre; me llevó a un prostíbulo, que se llamado Cábula, de la Ciudad de México”. 

Con estas palabras, Gabriel habló de su primer acercamiento al mundo de los narcóticos y a esto sumó que cuando salieron del lugar, su padre sacó varios paquetitos en los que tenía de cocaína. Cuando éste le ofreció tomar un poco, ha contado Mario, se negó, a lo que recibió un golpe para que obedeciera y tomara la sustancia

Una vida de adicciones

Desde ese momento, Gabriel buscó encontrar las maneras de seguir consumiendo. Inicialmente gastaba el dinero que le daban para gastar, pero conforme fue avanzando su adicción, robó incluso a sus padres

El joven consumió por su cuenta inicialmente marihuana, pasó con los psicotrópicos y la cocaína hasta que comenzó a ser internado en centros de desintoxicación en los que no encontró la forma de salir de ese mundo. 

“Se te facilita, si tienes dinero compras hasta que se te acabe”. 

 

“Hasta que hacer lo imposible para conseguir la sustancia. Yo tuve que llegar a ese grado que si no tenía dinero tenía que robar, asaltar o prostituirme”. 

Los problemas con la familia lo orillaron a vivir en las calles, donde asegura que se enfrentó a golpes, riñas y a los separos. Llegó hasta Tecamachalco, en el estado de México, donde dormía en una cancha de futbol. Semanas después fue encontrado por su hermano Mario Patricio quien lo llevó con él a la casa de la familia Sánchez

Heidi Sánchez vendía quesadillas en este punto y había acogido a Patricio durante algunos años, así que hizo lo mismo con Gabriel. Pese a que la mujer les tendió la mano, únicamente les permitía entrar al domicilio para limpiarse o hacer del baño. 

Perdió a su hermano

Durante algún tiempo, los dos hermanos permanecieron en el lugar; sin embargo, Patricio dejó el sitio y meses después se quitó la vida en un hotel del Estado de México. Tenía únicamente 22 años de edad.

“Lo que más me dolió fue pensar que la droga no te iba a llevar a la calle”

“Sí me arrepiento de pisar la calle, de no valorar a mi familia cuando la tuve”.

En el 2017 el joven seguía con la familia Sánchez, dormía en una camioneta estacionada afuera de este lugar. Gabriel se ganó la comida y el sustento ayudando a Heidi en su puesto de quesadillas. En ese entonces solamente tenía dos cambios de ropa que le eran lavadas ella. La esperanza de la mujer era lograr que el más pequeño de los Moreno se recuperara de la adicción y retomara su camino. 

“Yo sí me lo traigo muy recta y soy estricta”

“Como nosotros somos muy unidos, él va a respirar ese ambiente familiar y algo se le tiene que pegar

Ese mismo año murió Mario Moreno Ivanova, hijo de Cantinflas, por lo que Gabriel asistió al velorio, donde se reencontró con su familia. Según lo narrado por el muchacho, su madre, Sandra Bernat, se negó a ayudarlo para tratar de entrar a rehabilitación de nueva cuenta. 

Al borde de la muerte

Sin embargo, Abril Del Moral, sobrina política de Moreno Laparade, fue la que lo auxilió para entrar a la clínica de rehabilitación del exboxeador Julio César Chávez, donde estuvo al borde de la muerte por las secuelas que había en su cuerpo. 

“El Cantinflitas se nos puso muy grave, tuvo un vómito y vomitó mucha sangre, ya mero se nos iba”

“Ya lo íbamos a operar, si lo hubiéramos operado no hubiera aguantado la operación”, dijo Chávez.

De acuerdo con el expugilista, el joven tenía una mala alimentación, lo cual, acompañado del consumo de cigarrillos le había ocasionado complicaciones de las que fue difícil sacarlo. Sandra Bernat no lo visitó en esta estancia, ni aceptó ayudarlo a entrar en la clínica. 

Pese a esto, el muchacho comentó que habló por teléfono en ocasiones con ella y que su rehabilitación estaba destinada a mejorar su vida y no a contentar a los demás. 

“Lo hago por mí, esta recuperación lo hago por mí”. 

En 2019, Abril Del Moral comentó que tanto Gabriel, como su hermana Marisa, habían superado el programa de recuperación, por lo que la familia Moreno les pagó la renta de un departamento en Coyoacán y que ambos habían encontrado un trabajo

“Sí les pedí a ellos que estando adentro paguen la luz, su comida y su vestido”, dijo Abril.

En la última entrevista en la que Gabriel ha dado declaraciones habló de lo difícil que ha sido para él encontrar el camino fuera de las adicciones. En ella destaca el sentirse arrepentido del camino que eligió e insta a las personas a no dejarse absorber por sus problemas y siempre encontrar una salida. 

GDM