El 2019 fue un año récord en la taquilla mexicana, al recaudar 1,767 millones de pesos, según Canacine, la mejor cifra en los últimos 10 años, pero el cierre de las salas por la pandemia de coronavirus provocó una fuerte caída del 80 por ciento en 2020, y este año el panorama tampoco es alentador, por eso los actores Noé Hernández y Daniela Schmidt pidieron un voto de confianza al cine nacional.
“Invitamos al público a que confíe en nuestro cine mexicano, que acudan a las salas a verlo, porque lo hacemos con todo el profesionalismo y calidad posible y es necesario que nos acostumbremos a ver nuestras historias en la pantalla, a lo mejor no nos gusta el reflejo, pero es porque no estamos acostumbrados”, comentó el actor en entrevista con El Heraldo de México.
Hernández protagoniza “8 de cada 10”, una cinta que muestra el narco, la injusticia, corrupción, violencia y miedo que hay en la sociedad mexicana, temas de los que es necesario hablar.
“Hay que analizarlos y tener un punto de vista crítico para reflexionar y pensar en el momento social en el que vivimos. Entonces confíen en nosotros de verdad que hacemos cine mexicano y lo hacemos muy bien y cada día está mejor. Además, ahora viene una horda de mujeres increíbles con grandes historias”, agregó.
Schmidt, la co protagonista de esta historia, señaló que hacer cine es un salto al vacío, pero lo hacen con todo el orgullo y certeza de que es el camino correcto, “porque no nos vamos a dejar aplastar ni minimizar por un virus. Los que hacemos cine somos los guerreros más indestructibles que hay en el mundo y aunque en este momento la industria nacional es un poco precaria, ya se abrieron las salas y son seguras, y necesitamos que el público acuda para que la industria siga avanzando como venía pre pandemia”.
La actriz, quien da vida a “Citlali”, una mujer maltratada por parte de su esposo, explicó que otro de los puntos que abarca la cinta, es el miedo, un sentimiento que la gente experimenta al vivir alguno de estos actos o presenciarlos, porque la situación es igual de difícil hablar, pero “desafortunadamente este sentimiento también nos hace cómplices de la violencia y el crimen”. Esto aunado a la cultura de la cancelación que trajeron las redes sociales, provoca que menos personas expresen su opinión, por eso cree que el largometraje ayudará a las personas a reflexionar sobre la situación que se vive.
MAAZ
