Una gran cantidad de famosos del espectáculo mexicano no ha ocultado su devoción por la religión. Sin embargo, hay algunos que, sin pensarlo dos veces, se alejaron por completo de la fama para enfocarse en sus creencias.
Para las celebridades que te presentamos a continuación, la religión ha sido como un bálsamo que curó su alma después de una vida complicada por la atención mediática o simplemente para superar la pérdida de un ser querido.
Allisson Lozz
El caso más sonado fue el de esta exactriz mexicana, quien comenzó su carrera en la telenovela infantil Alegrijes y rebujos (2003). Tras protagonizar Al diablo con los guapos (2007) y En nombre del amor (2008), decidió alejarse de la pantalla chica para convertirse en testigo de Jehová.
Actualmente, Allisson Lozz funge como directora de ventas de una popular marca de cosméticos. Además, en su cuenta de Instagram suele compartir momentos con su familia: su esposo Eliu (con quien está casado desde 2011) y sus hijas London y Sydney.
Eduardo Verástegui
En la década de los 90, este actor y activista formó parte de la boyband mexicana Kairo, en la que en algún momento estuvo Gabriel Soto. Eduardo Verástegui se consagró como uno de los más guapos de la televisión gracias a telenovelas como Soñadoras (1998) y Alma rebelde (1999).
Al comenzar la época de los 2000 optó por enfocarse en la religión católica. De hecho, es creador de la fundación Manto de Guadalupe, con la que ayuda a combatir el problema de la pobreza extrema, además de realizar conferencias para profesar la palabra de Dios.
Karyme Lozano
Esta actriz mexicana alcanzó la fama gracias a su destacada actuación en telenovelas como Volver a empezar (1994), Tres mujeres (1999) y Soñar no cuesta nada (2005). Lamentablemente, en el año 2009, su padre falleció.
Desde entonces decidió estar en contacto con Dios a través del catolicismo. Hoy en día, sigue participando en producciones televisivas, la más reciente fue la película Corazón ardiente (2020), la cual posee una temática religiosa.
Manuel Capetillo
El hermano de los actores Eduardo y Guillermo Capetillo, tuvo un paso por la tauromaquia y la actuación. Sin embargo, cuando uno de sus amigos fue asesinado, dedicó su vida a encontrar respuestas sobre lo que había pasado.
Fue entonces cuando encontró la calma en el catolicismo. Tan es así que hoy en día funge como apóstol del Santo Rosario y realiza conferencias en diversas partes del continente americano.