La reforma judicial era necesaria porque ha motivado a la sociedad a estar más informada; la gente se ha interesado en lo que hace el poder judicial y eso se ha logrado con debates, conversaciones, conferencias.
En entrevista con Lupita Juárez, el abogado Giovanni Azael Figueroa Mejía, aspirante a ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación afirmó que la reforma sacó al Poder Judicial de su burbuja y lo obligó a salir a conversar con la gente y con otros poderes.
Especialista en Derechos Humanos y en Derecho Constitucional, destacó que es imprescindible que la gente conozca a los aspirantes, porque la población en general elegirá jueces, magistrados y ministros y para ello es necesario establecer un diálogo y conocer el trabajo del Poder Judicial y de sus integrantes.
Dijo que las listas de aspirantes se integraron con perfiles idóneos no solamente en el nivel académico, sino con un sentido humanista, porque “así la justicia será más cercana a la población”.
Figueroa Mejía apuntó que la reforma no le quita a la Suprema Corte su carácter de garante supremo de la Constitución y de protector de los derechos humanos establecidos en la Carta Magna y en los mecanismos internacionales adoptados por México, sino que le recuerda que es el órgano que equilibra los Poderes de la Unión y le recuerda que “no se debe encerrar en un monólogo, sino establecer un diálogo con los otros poderes”.
