Clara Brugada Molina, de la coalición "Seguiremos Haciendo Historia", integrada por Morena, Partido del Trabajo y Partido Verde Ecologista de México, será la nueva Jefa de Gobierno de la Ciudad de México luego de imponerse en las urnas ante el panista Santiago Taboada y el emecista Salomón Chertorivski.
La morenista sentó las bases de su popularidad durante sus gestiones al frente de la alcaldía Iztapalapa, en la que viven uno de cada cinco capitalinos, y en la que realizó una gestión positiva disminuyendo la inseguridad y creando programas como las Utopías y los centros Colibrí, para atender a sectores de la población, o el programa Mercomuna que impulsa la economía local.
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La carrera política de Brugada hasta la Jefatura de Gobierno no ha estado exenta de tropiezos y obstáculos, pero si hay una palabra que puede describirla es "resiliencia", pues de cada derrota salió fortalecida y demostró que se puede ganar perdiendo.
Clara Brugada tiene una trayectoria política de más de cuarenta años, iniciada cuando estudiaba la licenciatura en Economía en la Universidad Autónoma Metropolitana, al unirse a distintas uniones y movimientos vecinales para pelear por los derechos de los vecinos, así como para dar clases a niños de la zona de San Miguel Teotongo, en donde vive desde entonces.
Estas labores le hicieron ganarse el reconocimiento y respaldo de los iztapalapenses, el cual la siguió cuando en 1995 se unió al entonces joven Partido de la Revolución Democrática (PRD) que dos años después la postuló como candidata a diputada federal por el distrito 22 a la LIX Legislatura, elecciones en las que obtuvo el triunfo.
En esa Legislatura dejó en claro su agenda a favor de los sectores más vulnerables y, en su papel de presidente de la Comisión de Desarrollo Social de la Cámara de Diputados presentó la primera iniciativa de Ley General de Desarrollo Social, que a la postre se aprobó. Brugada Molina se mantuvo como legisladora en los siguientes años. En 2000 fue diputada local en el Congreso capitalino y en el 2003 regresó como diputada la Congreso de la Unión.
Para el periodos de 2006 a 2012 fungió como suplente del senador Pablo Gómez y, con el obradorismo en su apogeo en la Ciudad de México, fue parte del movimiento de resistencia civil pacífica iniciado por Andrés Manuel López Obrador, quien acusó un fraude electoral en la elección presidencial de ese año.
La polémica elección de 2009 en Iztapalapa
Durante la administración de Marcelo Ebrard como Jefe de Gobierno fue titular de la Procuraduría Social del Distrito Federal, cargo que ocupó hasta 2009 cuando contendió como precandidata a la jefatura delegacional de Iztapalapa, el momento en el que su carrera política dio un vuelco al colocarse en la mira de todo el país.
Brugada se enfrentó a Silvia Oliva Fragoso en la contienda interna del PRD, en la que obtuvo una amplia victoria por tres mil 841 votos. Sin embargo, su oponente impugnó ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación un gran número de casillas en las que Brugada había obtenido la victoria. Tras el recurso legal, Brugada terminó con 771 sufragios menos que su rival, por lo que el tribunal anuló su candidatura apenas unas semanas antes de las elecciones, cuando su nombre ya estaba impreso en las boletas, por lo que los votos para ella favorecerían en realidad a Silvia Oliva.
Lo que siguió exhibió la astucia política de Andrés Manuel López Obrador pero también el inicio del rompimiento del ahora Presidente con el que hasta entonces era su partido, cuya dirigencia estaba en manos de la corriente "Nueva Izquierda", coloquialmente conocida como "los Chuchos", que derivaría en la eventual renuncia de López Obrador al sol azteca y la fundación de Morena cinco años después.
López Obrador y Brugada emprendieron una operación política en la que respaldaron al candidato del Partido del Trabajo Rafael Acosta "Juanito", quien se comprometió a que si ganaba la elección designaría a Clara Brugada como directora Jurídica y de Gobierno, y posteriormente renunciaría a la jefatura delegacional para que la ahora morenista quedara como encargada de despacho.
Brugada tuvo que hacer una campaña poco habitual para que no se votara por ella, un mensaje que fue bien entendido por los habitantes de la demarcación, que sabían que la única vía para que ella llegara al cargo era que su nombre no fuera el más tachado en las boletas. En tan sólo 20 días se consolidó la victoria de "Juanito", quien aunque inicialmente amagó con aferrarse al cargo, finalmente renunció.
Fundadora de Morena y constituyente en la CDMX
Clara Brugada fue jefa delegacional hasta 2012. Tras ello se mantuvo cercana a López Obrador en la creación del Movimiento de Regeneración Nacional, que se constituiría como el partido Morena en 2014, y del que fue secretaria de Bienestar de su Comité Ejecutivo Nacional.
En 2016 fue vicepresidenta de la Asamblea Constituyente que redactó la Constitución de la Ciudad de México, en donde luchó por el derecho al agua y el fortalecimiento de las alcaldías. Para 2018 Clara Brugada regresó a Iztapalapa para ser la primera alcaldesa, obteniendo la victoria con 48 por ciento de los votos. Para 2021 obtuvo la reelección con 57 por ciento de los sufragios.
La encuesta interna de 2023 y ganar incluso cuando se pierde
Este respaldo la llevó a buscar la candidatura para suplir a Claudia Sheinbaum en la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México. Participó en la encuesta ante Omar García Harfuch, Hugo López-Gatell, Miguel Torruco Garza y Mariana Boy. Los números en la encuesta realizada en 2023 esta vez no la favorecían, pues el exsecretario de Seguridad Ciudadana se posicionó como el favorito de los capitalinos.
Sin embargo, las reglas de paridad obligaban a los partidos a postular a cinco mujeres para contender por las nueve gubernaturas que se definieron este año. Debido a que sólo Margarita González, en Morelos, y Rocío Nahle, en Veracruz, lograron colocarse como las ganadoras en sus encuestas internas, Morena se vio obligado a favorecer a las tres mujeres mejor posicionadas en el país. El número uno lo ocupaba precisamente Brugada Molina, quien nuevamente ganó perdiendo y se convirtió en la candidata de la Cuarta Transformación en la Ciudad de México.
Su campaña logró convencer a los habitantes de la Ciudad de México, que permanece como un bastión para la izquierda obradorista, que logró mantener el poder a pesar del avance de la oposición, un "empanizamiento" (en palabras del propio Andrés Manuel López Obrador) que ya se hacía evidente desde las intermedias de 2021 y que pese a que con Santiago Taboada se mostraron competitivos, tendrán que esperar para volver a buscar el gobierno central de la Ciudad de México.