Lejos quedaron los días en que cerraban la calle Héroes Ferrocarrileros, en Buenavista, y el auditorio Plutarco Elías Calles resultaba insuficiente para colorear la gritería priista, las banderas tricolor y el apoyo partidista, en un aniversario del Partido Revolucionario Institucional, Consejo Político o recibir a algún Presidente de la República.
El último que acudió al número 59 de Insurgentes Norte, fue el Presidente Enrique Peña Nieto, cuya presencia provocó que un escenario se instalara en el enorme estacionamiento que albergan las instalaciones que rodean también la calle Luis Donaldo Colosio y Buenavista.
Entre semana, el estacionamiento de la sede priísta ya no se llena como en antaño en donde no había lugar para meter un auto más. De hecho, no todas las oficinas de los tres edificios están ocupadas, porque ante la reducción del presupuesto, se ha tenido que recortar personal y otros realizando home office, para evitar hacer gastos de luz o del mantenimiento que se requiere cotidianamente.

No obstante por las noches, al frente de los edificios se iluminan con los colores del priismo, resaltando una foto del sonriente dirigente nacional, Alejandro Moreno Cárdenas, y la leyenda “No somos perfectos pero damos resultados”, aunque han perdido en los últimos años las contiendas electorales, llevándolos a una caída estrepitosa como fuerza política.
Apenas unos días antes de la elección del 2 de junio, en esta sede, se instaló el centro de mando del Partido Revolucionario Institucional para las elecciones presidenciales.can
Por algunos días, la manzana de la colonia Buenavista, retomó algo del colorido del pasado, iluminado por la esperanza de volver a la senda presidencial como lo hizo por más de 70 años como partido hegemónico, ahora de lo mano de la coalición Fuerza y Corazón por México con el Partido Acción Nacional y el de la Revolución Democrática.

Pero tras dar a conocer en el Instituto Nacional Electoral los conteos rápidos, los priistas volvieron a la realidad de los últimos años, en los que han perdido el haber sido la primera fuerza política del país.
En la desolación, la sede nacional del Revolucionario Institucional alberga todavía, estatuas, bustos, personajes, árboles, escaños, curules, historia, edificios, secretos, pactos, acuerdos, aspiraciones, decepciones, enojos, ataques y esperanzas de mantenerse vivos para la llegada de mejores tiempos, mientras un gato custodia una de las entrada del auditorio “Plutarco Elías Calles”, a la espera de que el próximo 7 de julio se habrá nuevamente para la XXIV Asamblea Nacional Ordinaria, en el que previamente se hará un proceso de reflexión y debate que recorrerá todo el priismo nacional y que, tocará a todos los sectores y estructuras del partido, tras los resultados obtenidos en los pasados comicios federales.
REDACCION
EEZ