El peso cerró el primer trimestre con una apreciación de 3.21 por ciento, la mayor observada desde el cuarto trimestre del 2020, cuando avanzó 9.95 por ciento.
Así, de enero a marzo de este año, el preso sumó 65.9 centavos, cotizando alrededor de 19.87 pesos por dólar, con el tipo de cambio tocando un máximo de 21.4676 y un mínimo de 19.8178 pesos. La apreciación del peso se concentró en marzo, con un avance de 2.93 por ciento o 59.9 centavos.
Este resultado se debió al alza de los precios de las materias primas por la guerra, ya que Ucrania y Rusia son importantes productores de materias primas, en específico de commodities agrícolas en el caso de Ucrania y de energéticos y metales industriales en el caso de Rusia, detalló Gabriela Siller, directora de Análisis Económico de Grupo Financiero Base.
Refirió que la guerra ocasionó un fuerte incremento en los precios debido a la imposición de sanciones de países de Occidente a Rusia y por el riesgo de disrupciones en las exportaciones de commodities de estos países.
Aunque inicialmente el peso mexicano se depreció llevando al tipo de cambio a un máximo de 21.4676 pesos el 8 de marzo, en las semanas posteriores recuperó terreno junto a otras divisas de países productores y exportadores de materias primas y que a su vez se ubican geográficamente alejadas del conflicto en Ucrania.
Otro factor que jugó a favor de la moneda mexicana fue la expectativa de una postura monetaria restrictiva por parte del Banco de México.
Los incrementos en los precios del petróleo y otros commodities han implicado la materialización de riesgos al alza para la inflación, por lo que se espera que Banco de México siga subiendo su tasa de interés durante los próximos meses con el objetivo de mantener ancladas las expectativas de inflación, explicó Siller.
Lo anterior contribuye con el fortalecimiento del peso mexicano, a pesar de que la Reserva Federal también ha señalado que planean subir su tasa de interés a un ritmo acelerado, destacó.
Desde un enfoque fundamental, Gabriela Siller comentó que México continúa recibiendo flujos de dólares del exterior por concepto de remesas y exportaciones, lo que permite la apreciación del peso.
Durante los primeros dos meses del año las exportaciones en México se ubicaron 15.0 por ciento por arriba del mismo bimestre del 2021 y 17.6 por ciento del mismo bimestre del 2020, impulsadas por las exportaciones de manufacturas, en particular de la industria automotriz.
Si bien sigue habiendo riesgos a la baja para la actividad económica global, las exportaciones de México están respaldadas por la demanda de Estados Unidos, economía que se ha mantenido fuerte al comienzo del año, refirió la especialista.
Apuntó que a pesar de que en el trimestre el peso mexicano tuvo un desempeño positivo, no se pueden ignorar los riesgos a la baja para la actividad económica en México producto de políticas internas.
Hoy la representante comercial de Estados Unidos, Katherine Tai, señaló en una audiencia ante el Congreso preocupación por la probable aprobación de la reforma a la industria energética que actualmente se está discutiendo en México, lo que eleva el riesgo de sanciones por parte de Estados Unidos en el marco del T-MEC.
Al cierre, las cotizaciones interbancarias a la venta se ubicaron en 19.8699 pesos por dólar.
dhfm
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