En México, así como resto de Latinoamérica, los consumidores de nivel socioeconómico C, D y E, conocidos como “consumidores de la base de la pirámide”, continúan haciendo las compras de abarrotes y productos de la canasta básica en tiendas y misceláneas, también conocidas como “changarros”. Esto significa que cerca de 420 millones de personas en la región acuden, mínimo una vez por semana, a realizar sus compras en estos establecimientos.
En este escenario, empresas como Bimbo, Coca-Cola y Sabritas, por mencionar algunas, se enfrentan a retos al surtir sus productos, como son los altos costos de logística o el desconocimiento de las necesidades de cada “changarro”, por lo que en muchas ocasiones “fallan” en abastecer los productos que su cliente final requiere.
Fuera del mismo anaquel, estas tienditas no cuentan con espacio para almacenar inventario, y no se hable de manejar un software de procesamiento de inventario que se conecte con los proveedores. Por ello, cubrir su requerimiento de mercancía, por décadas, ha sido sumamente complicado. Cabe mencionar la importancia para las empresas de tener distribución directa al changarro, ya que eso les da control sobre el “display" en el anaquel. Es por esto, que optan por seguir teniendo propias rutas, por más compleja que sea la operación, en lugar de tercerizar todo a mayoristas y distribuidores.
Frente a este escenario, Alberto Zapan, Co-fundador de eHubs, empresa que brinda soluciones al problema de escasez de espacios logísticos de última milla, refiere que estos retos y el gasto excesivo de recursos, pueden solucionarse si las grandes empresas comienzan a construir redes de microhubs para de ahí distribuir su mercancía.
Estos espacios representan una gran oportunidad para que empresas nacionales y multinacionales puedan simplificar el proceso de surtir los productos a las ”tienditas” y reducir costos, a través de estos microhubs o centros de distribución, que se ubican en zonas cercanas a sus clientes.
Y es que típicamente estas empresas han construido rutas de distribución directa desde sus centros de distribución en las periferias de las ciudades, los cuales han quedado muy lejos de sus clientes finales, y con la falta de planeación urbana, distancia y tráfico, impide resurtir en caso de que algún producto se agote o simplemente se haya olvidado.
Por ello, gracias a empresas como eHubs, que cuenta con una base de datos única de espacios subutilizados en los corazones de las ciudades aptos para fungir como microhubs (centros logisticos de última-milla), este proceso puede simplificarse, impactando positivamente el “top-line” y los “gross-margins” de estas empresas, optimizando el abastecimiento de los negocios y generando una reducción de costos en logística.
Actualmente, eHubs está trabajando con multinacionales para rediseñar y reinventar la logística de ultima-milla del canal tradicional, permitiendo manejar la cantidad de productos a surtir con vehículos y rutas trazadas más eficientes.
Para ello, eHubs ha destinado una cantidad importante de recursos para obtener acceso a localizaciones estratégicas y de esta forma construir y seguir ampliando la base de datos propietaria más grande de activos comerciales subutilizados en Hispanoamérica.
SSB
SIGUE LEYENDO
Método de Ahorro: Junta hasta 5 mil pesos en 26 semanas; te decimos cómo
Reservas de litio ya valen 102 mil mdd en México
