Alrededor de tres mil rutas de reparto de Gas LP se han cerrado desde que la Comisión Reguladora de Energía (CRE) impuso límites en los precios, en agosto de este año, lo que provocó la pérdida de empleo para 20 por ciento de los repartidores, afectando también a los hogares de escasos recursos, según representantes de la industria.
Beatriz Marcelino, directora de Grupo Ciita, empresa que representa y asesora a los gaseros, explicó que el cierre de esas rutas ocurrió principalmente en zonas alejadas de Morelos, Hidalgo y el Estado de México, en donde ya no era rentable para las empresas.
“Muchos repartidores nos han dicho que no pueden llegar a la sierra de Hidalgo porque ya no alcanza para el diésel, o en Morelos a colonias muy marginadas que no tienen pavimento, porque los gastos de operación son muchos y no se recuperan”, afirmó.
“La gente ha tenido que regresar al uso de la leña; las personas nos estaban comprando sólo 50 o 100 pesos de gas, tampoco les alcanzaba”, mencionó.
Antes de los precios límite, los repartidores recibían hasta 4 pesos por litro como comisión, ahora sólo 50 centavos.
Ello provocó la pérdida de dos mil 400 personas que trabajaban en el reparto del Gas LP.
“Se ha perdido 20 por ciento del empleo, principalmente chalanes”, mencionó Marcelino.
“Los 50 centavos de litro que nos dan las plantas para la distribución del gas doméstico, son insuficientes para solventar los gastos de operación, y menos para el sustento de miles de familias que dependen de esta fuente de empleo”, señaló el Gremio Gasero nacional en una postura.
Una propuesta de los gaseros para tener viabilidad financiera es modificar la fórmula de la CRE para que los comisionistas tengan más margen de utilidad.
Ello implica aumentar hasta en un peso el precio por kilo, pero hasta ahora ese planteamiento no ha prosperado, según fuentes cercanas al proceso.
Otro escenario es que los repartidores se integren a la empresa Gas Bienestar de Pemex, pero la petrolera no se ha pronunciado al respecto hasta ahora.
CAR