México debe implementar un equilibrio en el gasto en salud y educación, además de que para proveer la infraestructura necesaria necesita de la participación del sector público y privado, indicó David Malpass, presidente del Grupo Banco Mundial.
“Se requiere de financiamiento a nivel del sector público o privado para que se tenga a los maestros necesarios, a los docentes (...) ésta es una de las muchísimas prioridades para México y otros países que requieren infraestructura”, refirió el representante del organismo.
Durante la conferencia de apertura por las reuniones anuales del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial, Malpass destacó la importancia que tienen las asociaciones público-privadas, en donde el sector público puede hacer una buena tarea en la contratación y en las adquisiciones, con contratos sólidos que beneficien y fortalezcan los sectores mencionados.
Esta recomendación no fue exclusiva para México, pues de acuerdo con el BM todos los países deben hacer un uso eficiente del gasto público, sobre todo tras la crisis de COVID-19.
Malpass destacó que como resultado de la crisis hay un aumento de la pobreza a nivel global, la cual ha dejado a 100 millones de personas en pobreza extrema, lo que significa una regresión importante en el desarrollo, por lo que uno de los retos más grandes para los países es implementar políticas adecuadas que reviertan esta tendencia de empobrecimiento.
En este sentido comentó que la mayor prioridad del banco en este momento es el acceso seguro a la vacuna, para lo cual debe haber un programa de entrega temprana, por lo que pidió a los gobiernos que tienen suficientes dosis contribuir para que el reparto sea más equitativo entre los países en desarrollo.
Destacó que desde el Banco Mundial van a trabajar para reducir la reticencia a la vacunación, es decir, que cuando los países reciban vacunas éstas se apliquen a la población lo más rápido posible.