Stephen Curry brilló con un máximo de temporada de 38 puntos para guiar a los Golden State Warriors a una victoria de 125-111 sobre los Milwaukee Bucks el lunes 10 de febrero. Con un último periodo dominante, los Warriors aseguraron el triunfo en un enfrentamiento marcado por grandes actuaciones individuales.
Jimmy Butler destacó en su segundo partido con Golden State al aportar 20 puntos, nueve rebotes y seis asistencias. Buddy Hield sumó 16 unidades, mientras que Quinten Post y Moses Moody contribuyeron con 13 cada uno.
Por los Bucks, Damian Lillard mantuvo su excelente forma con 38 puntos, tras anotar 43 en la victoria del domingo contra los 76ers. Kyle Kuzma añadió 21 unidades y Taurean Prince 19. Sin embargo, Milwaukee sufrió su sexto partido consecutivo sin Giannis Antetokounmpo, quien continúa recuperándose de una distensión en la pantorrilla izquierda.
Golden State mejoró su registro a 2-2 durante una gira de siete partidos fuera de casa, mientras que los Bucks siguen batallando en defensa, permitiendo al menos 123 puntos en seis de sus últimos ocho encuentros. Además, las 20 pérdidas de balón complicaron aún más el esfuerzo del equipo de Milwaukee.
Stephen Curry brilla también por su buen espíritu
Pese a la gran participación que tuvo Stephen Curry en la cancha, el jugador de los Golden State Warriors también dio muestra de sus principios y su buen corazón. Pues todo paso después de partido en que su equipo derrotó a los Bucks, sin embrago, los de Milwaukee decidieron hacer un pequeño circulo de oración terminado el partido.
A pesar que no todos los jugadores estaban presentes en esta pequeña reunión, fue Stephen Curry quien vio la muestra de espiritualidad y pensó en unirse a ellos para elevar su plegarías también. Aunque esta acción pudo sorprender a sus compañeros de banca, los Milwaukee Bucks no dudaron en incluirlo en esta muestra de espiritualidad, pues lo integraron rápidamente en sus oraciones.
El momento quedo grabado en vídeo, el cual ya ha tenido miles de reproducciones en redes sociales y algunos fans de la NBA han calificado como un acto tanto de humildad como de buena voluntad, pues es una muestra de que la división en el juego o de los colores que un jugador porta no es motivo para unirse como sede humanos.
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