Ni un nocaut, ni una guerra. Las limitaciones físicas y técnicas dictaron el ritmo del encuentro entre Misael Rodríguez y Omar Chávez la noche del sábado en San Luis Potosí. En una contienda que se fue a la vía larga, Misael Rodríguez cargó con el peso de la pelea y se llevó la victoria por decisión unánime, con tarjetas de 96-94, 97-93 y 98-92.
"Qué bueno estar de vuelta, se siente muy bien. Agradezco a Omar, dio una pelea muy interesante, quiero darle las gracias. Mi mente no está en una revancha, está en un campeonato mundial", declaró el chihuahuense, quien fue medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de Río 2016.
Misael no solamente demostró su aguante a un golpeo tan fuerte como el del hijo de la leyenda, también se apegó a su plan de trabajo, que consistió en mantener una presión constante que la estamina de Chávez no pudo resistir. Durante los primeros cuatro rounds, Omar mantuvo un ritmo mesurado, como esperando a que algo encendiera y ver qué traía su rival, pero conforme la pelea fue envejeciendo, la falta de una preparación física adecuada le fue cobrando factura.
Jalando aire por la boca y sacando fuerzas, tiraba potentes golpes aislados en busca de un milagro. Misael no tuvo necesidad de adaptar el trabajo, con el mismo esquema de principio a fin penetró la guardia de Omar, quien, amarrado, aguantó los embates del chihuahuense, mientras resonaban los gritos de su padre al fondo.
La pelea entre Misael y Chávez generó polémica desde octubre
Desde octubre de 2024, esta pelea capturó la atención de los aficionados por la gran polémica generada en la ceremonia de pesaje, que los llevó a cancelar a un par de horas de subir al ring. Tres meses después, y luego de pesadas negociaciones, pudieron llegar a un acuerdo y aunque la polémica del peso se mantuvo - pues Omar no marcó el peso acordado - ambos le pudieron cumplir a los fanáticos.
Aunque la pelea estuvo muy lejos de lo que ambos habían proyectado. Omar subió al ring con la amenaza de despachar al Chino Rodríguez y acallar las críticas luego de un par de días complicados con la báscula, sin embargo, para su pelea 50 en el profesionalismo anotó su noveno descalabro. Por su parte, Misael mejoró su marca invicta a 15 victorias, con siete nocauts, y reiteró la intención de buscar un campeonato del mundo. Para este pleito, Rodríguez subió al ring sin la presencia de su entrenador, Robert García, pero en su lugar estuvo Mikey García.
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