El pasado domingo 28 de julio una imagen conmovió al mundo entero cuando una atleta olímpica salió entre lágrimas después de haber competido en las barras asimétricas, su nombre es Natalia Escalera, una mexicana que con todo y lesiones en ambas piernas representó al país y quedó en quinto lugar de la categoría.
La gimnasta presentaba la rotura de un ligamento plantar en el pie izquierdo y un esguince en el pie derecho, previo a competir en la clasificación all-around femenil, por lo que anunció que debido a sus lesiones solo se presentaría en la competencia de barras asimétricas.
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Así fue como se lesionó Natalia Escalera
De acuerdo con las memorias de Natalia, todo comenzó en el campamento previo a las olimpiadas en Madrid, España, donde la primera semana de adaptación le costo mucho seguir el ritmo de sus compañeras por la gran diferencia de horario y de costumbres del país, lo que asegura que afectó su desempeño.
“Yo venía libre de lesiones antes de Madrid, la segunda semana tuve un control de rutinas y ahí fue donde tuve mi primer lesión que fue un esguince en el pie derecho. Esto no me preocupó tanto porque ya había tenido muchísimos y sabía que faltaban tres semanas para París”, aseguró Natalia.
En un video que la joven atleta subió a sus redes sociales, compartió que con terapia y ayuda del equipo comenzó a recuperarse, pero siguió entrenando para no perder condición, pero justo en el entrenamiento previo a la competencia se desgarró un tendón.
“La verdad aguantar el dolor de un pie, no está bien, pero podía soportarlo. Y el de las dos, era bastante difícil. Estuve haciendo millones de terapias, millones de medicamentos, llegue a París y los dolores no desaparecían, estuve como cuatro días sin entrenar, sin hacer nada, y hacía lo que podía para cuidarme para el domingo hacer la competencia de mi vida”, dijo Natalia.
Sin embargo, esto no la detuvo, pues ya en la ciudad francesa recibió un tratamiento de infiltración lo que le permitió volver a entrenar con regularidad, hasta el día sábado 27 de julio, cuando se cayó provocando la rotura del ligamento plantar, lo que la habría obligado a abandonar las olimpiadas. A pesar de que pensó que no podría, Natalia decidió seguir, por lo que pidió a los doctores el medicamento más fuerte que tuvieran para poder hacer una sola rutina: “solo es una, solo va a doler una vez”.
“Logre hacer mi rutina, tuve que quitar un elemento, donde metía el pie porque era bastante el dolor que traía y me iba a doler más al caer. Total caí, no tuve chance de estar nerviosa porque lo único que me preocupaba eran mis pies, que no se me fuera a romper otra cosa, que saliera lo más sana posible. Creó que fue la decisión correcta porque hoy puedo decir que soy una gimnasta olímpica”.
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