ARENA MÉXICO

ARENA MÉXICO: 65 años de legado cultural y arquitectónico

Sobre los pasillos de la Catedral de la Lucha Libre, aún resuenan los ecos de los enmascarados y los artistas que han desfilado por el lugar

DEPORTES

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TRAYECTORIA HISTÓRICA. Cuatro de las nueve medallas que México ganó en los Olímpicos de 1968, se lograron en este recinto. Foto: Daniel OjedaCréditos: Foto: Daniel Ojeda

El empresario Salvador Lutteroth González soñó con un coloso, uno que le contó historias de seres enmascarados en luchas eternas entre el bien y el mal.

De esa visión, y los trazos del arquitecto José Francisco Bullman, emergió la Arena México, un escenario histórico ubicado en el corazón capitalino, que está de manteles largos por sus 65 años de existencia.

Por eso la fecha del 27 de abril, de 1956, tiene un sabor especial para la lucha libre, pues ese día se inauguró El Coloso de la Doctores, con una cartelera que estelarizaron los ídolos de la época.

Estuvo El Santo, Blue Demon, Rolando Vera, El Médico Asesino y Bobby Bonales, padre del exatleta Daniel Aceves.

“Todos buscaban ser tomados en cuenta para esa función. Por su puesto que había un grupo de luchadores que quería tener ese honor. Ese día estaban todas las localidades vendidas, más de 17 mil. El gusto que mi papá tuvo fue que, en ese público, estaba su papá, quien se había colado para ver a su hijo”, recuerda el medallista olímpico en Los Ángeles 1984.

Así como La Catedral de la Lucha Libre ha visto triunfar a grandes gladiadores, también los ha visto caer. Entre las máscaras perdidas están la de Blue Panther, Sangre Chicana, Cien Caras, Mano Negra, Villano III y Último Guerrero.

Estas tres últimas son trofeos de la leyenda Atlantis, quien tiene un récord de nueve incógnitas ganadas en este recinto, y protagoniza la función especial de esta noche del Consejo Mundial de Lucha Libre (CMLL).

“Todo luchador, de la arena y empresa que sea, tienes tres deseos: ser campeón mundial, ir de viaje a Japón, y luchar en la Arena México”, asegura El Ídolo de los Niños.

El Coloso de la Doctores, ubicado en el número 189 de Doctor Lavista, guarda un lugar especial dentro del legado arquitectónico del país. Hubo un  tiempo en el que, incluso, coexistió a la par que la antigua Arena Modelo.  

Sobre sus butacas resonaron los puños de las funciones de box al ser sede de los Juegos Olímpicos en 1968. También ahí hicieron eco las voces de grandes artistas como Antonio Aguilar, Juan Gabriel, Luis Miguel, El Tri y Alejandra Guzmán.

Fue tanto sede de actos políticos como religiosos, y albergó funciones del Circo Atayde Hermanos y el Holiday On Ice.

“El mismísimo Auditorio Nacional le tenía envidia. Este lugar es sagrado y, en algún momento de la historia, va a ser declarado patrimonio cultural de la humanidad”, afirma el periodista Álvaro Cueva, conductor del Heraldo Televisión.

Al ser un espacio cultural, en sus entrañas yace el mural “A dos de tres caídas, sin límite de tiempo”, elaborado por el artista chihuahuense Miguel Velarde. Dicha obra repasa la historia y las hazañas de este deporte espectáculo.

Tony Salazar, ex gladiador y quien hoy instruye a las nuevas generaciones, cuenta que la Arena México está cargada de energía, por todas las estrellas e ídolos que ahí se formaron.

“Hay el mito de que los espíritus de los luchadores viven aquí, de los que realmente amaron la Arena México. Tú sales del gimnasio ya tarde, vas caminando por los pasillos y escuchas que se azotan en el ring. No sé si es la imaginación de uno, o los ecos que se guardan en un lugar tan grande”, revela.

Por J. Alexis Hernández

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