PERRO AGUAYO

Don Pedro El Perro Aguayo hoy cumpliría 75 años

La lucha libre mexicana está de plácemes por ser uno de más grandes de la historia

DEPORTES

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Inició en este deporte-espectáculo en 1970, orientado por El Diablo Velasco y Apolo Romano. Foto: EspecialCréditos: Foto: Especial

Cada año, el gremio luchístico paraba por un momento sus actividades para mandarle un mensaje a don Pedro Aguayo, quien este 28 de enero cumpliría 75 años.

La vida del Can de Nochistlán se detuvo el 3 de julio de 2019, por causas naturales. Su partida evocó toda una época de guerras sin tregua sobre los cuadriláteros, con él como uno de los estelares en las carteleras del país.

También era habitual verlo con el rostro ensangrentado, porque los castigos de sus rivales no tenían piedad y eran salvajes. Sin embargo, nunca dio un paso atrás para abandonar un desafío.

Como consecuencia, su frente quedó grabada con cicatrices, las cuales portada cual medallas para un veterano de guerra. Era un gladiador de facciones rígidas, inmutables, como si el nervio fuera un sentimiento desconocido para él.

Nació en Zacatecas, el 28 de enero de 1946, y perteneció a una familia de 16 hijos.

Inició en este deporte-espectáculo en 1970, orientado por El Diablo Velasco y Apolo Romano. Pasó 31 años batallando en los cuadriláteros y ganando el respeto de sus rivales. 

Durante su carrera sostuvo colosales enfrentamientos con Los Dinamita, Fishman y Sangre Chicana, pero el más destacado lo tuvo contra El Santo El Enmascarado de Plata. 

Su movimiento icónico llevó por nombre La Lanza Zacateca. Era un castigo en el cual se lanzaba desde las cuerdas para caer con sus dos pies juntos sobre el cuerpo del rival. Como himno, hacía sus presentaciones en las arenas con La Marcha de Zacatecas para honrar a su lugar de origen.

En 1981 se convirtió en el primer luchador en ganar el Campeonato Mundial de Peso Ligero de la WWF. Ganó las máscaras de Konnan, Stuka y Máscara Año 2000, y le quitó la cabellera a personajes como Sangre Chicana, Negro Navarro, Cien Caras, El Cobarde II, Ringo Mendoza, entre otros. También hubo ocasiones en las cuales él fue rapado, para así retirarse en 2001. 

No obstante, su mayor tristeza la tuvo en 2015, cuando su heredero El Hijo del Perro Aguayo falleció durante una función en Tijuana. Las personas allegadas a él aseguran que nunca se repuso del dolor. Evitó las apariciones públicas y cuatro años después falleció en Jalisco.

Aunque a don Pedro se le recuerda por su chaleco y sus peculiares botas peludas con las que castigaba a sus rivales sobre el ring, gracias a su osadía y rudeza hoy se habla del Perro Aguayo como una leyenda mexicana

 

Por J. Alexis Hernández