El Día de Muertos es una de las tradiciones más emblemáticas de México, pues es una festividad que celebra la vida y honra a las y los que han partido. Cada año, en la Ciudad de México, esta festividad se manifiesta a través de coloridos altares y ofrendas que invaden plazas, museos y espacios públicos, transformando la ciudad en un escaparate de creatividad, cultura y tradición. Desde el cempasúchil hasta el papel picado, cada elemento de las ofrendas tiene un significado especial, representando una conexión profunda con la muerte y el recuerdo de los seres queridos.
Por lo que este año no será la excepción ya que la capital mexicana se prepara para recibir algunas de las ofrendas más impresionantes y monumentales, con eventos y actividades que invitan tanto a locales como a visitantes a sumergirse en esta experiencia única; y es que en la CDMX, el Día de Muertos ha adoptado una dimensión artística y cultural que atrae a miles de personas, siendo el pretexto perfecto para recordar a quienes han partido hacia el Mictlán.
De acuerdo con expertas, el Día de Muertos tiene raíces que se remontan a las civilizaciones prehispánicas de Mesoamérica, donde culturas como la mexica, maya y purépecha creían en la vida después de la muerte. Para ellos, la muerte no era un final, sino una transición hacia otro estado de existencia; los altares y ofrendas que se colocaban eran una forma de honrar a las y los difuntos y proporcionarles lo necesario para su viaje al inframundo. Esta tradición ha evolucionado a lo largo de los siglos, fusionándose con elementos del catolicismo traído por los colonizadores españoles, pero su esencia permanece intacta: recordar y celebrar a los muertos con amor y respeto.
¿Cuáles son las mejores ofrendas de la CDMX?
Sin duda alguna, el Día de Muertos es una de las festividades más ricas y significativas de México y la CDMX es el escenario perfecto para vivirla en todo su esplendor. Desde ofrendas monumentales en lugares icónicos como el Zócalo y la UNAM, hasta altares más íntimos en museos y espacios comunitarios, cada rincón de la ciudad se llena de vida y color para honrar a los muertos; por ello, aquí te comparto algunas opciones para que visites el fin de semana.
Fotografía: Cuartoscuro/Moises Pablo Nava.
Museo Anahuacalli
Diseñado por el célebre muralista mexicano Diego Rivera, éste es una parada obligada en la ruta de ofrendas de la Ciudad de México. Este imponente edificio, construido con piedra volcánica, alberga una impresionante colección de arte prehispánico, y cada año se convierte en un escenario vibrante de color y tradición con su monumental ofrenda de Día de Muertos.
La ofrenda del Museo Anahuacalli destaca por sus complejas temáticas y diseños, que rinden homenaje a personajes históricos y figuras importantes en la cultura mexicana. En años anteriores, la ofrenda ha estado dedicada a personajes como el arquitecto Juan O'Gorman o Ruth Rivera, hija de Diego Rivera y para 2024, el museo promete sorprender nuevamente con una ofrenda que no solo honrará a figuras destacadas, sino que también coincidirá con el Festival Cacao para Todos, una celebración del cacao y su importancia en la historia y cultura de México.
El acceso al museo tiene un costo de 100 pesos, pero se aplican descuentos a estudiantes, adultos mayores y maestros. La visita al Museo Anahuacalli es una experiencia enriquecedora, donde la tradición del Día de Muertos se entrelaza con la riqueza histórica y artística de México.
Fotografía: Cuartoscuro/Mireya Novo.
Megaofrenda de la UNAM: un tributo al cine mexicano
La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) cada año se suma a la celebración del Día de Muertos con una de las ofrendas más icónicas de la ciudad: la Megaofrenda de la UNAM. Desde 1997, esta universidad ha montado altares temáticos en sus espacios abiertos, convirtiéndose en un referente para quienes desean vivir esta tradición a gran escala.
En 2024, la Megaofrenda tendrá lugar en la explanada del Universum, el museo de ciencias de la UNAM, y estará dedicada al cine nacional bajo el tema "México visto a través del lente". Esta temática rendirá homenaje a las películas, directoras, actrices y actores que han dejado una huella en la cinematografía mexicana, desde la Época de Oro hasta las producciones contemporáneas. Las y los visitantes podrán disfrutar de un recorrido visual entre flores de cempasúchil, calaveras y figuras de papel maché que representarán a icónicos personajes del cine mexicano.
De la misma forma, la Megaofrenda de la UNAM es un evento gratuito y estará abierta al público del 1 al 3 de noviembre, en un horario de 11 de la mañana a 9 de la noche, por lo que esta es una excelente oportunidad para disfrutar de la tradición del Día de Muertos en un entorno académico y cultural, con un enfoque en el séptimo arte.
Fotografía: Instagram/@unamtucson
Ofrenda monumental en el Zócalo
La Plaza de la Constitución, mejor conocida como el Zócalo, es el corazón de la Ciudad de México y uno de los lugares más emblemáticos para vivir el Día de Muertos. Cada año, el Zócalo alberga una ofrenda monumental que atrae a miles de visitantes, tanto locales como extranjeros y este altar no solo es impresionante por su tamaño, sino también por la incorporación de elementos tradicionales y contemporáneos, lo que lo convierte en una obra de arte en sí misma.
Una de las características más destacadas de la ofrenda del Zócalo es el trabajo de los artesanos mexicanos, quienes contribuyen con decoraciones hechas a mano, como tapetes de aserrín, figuras de papel maché y calaveras de barro. Estas artesanías provienen de distintas regiones del país, lo que refleja la diversidad cultural de México y enriquece la experiencia visual de quienes visitan el lugar.
Casa Azul de Frida Kahlo
Por su parte, la Casa Azul, el hogar donde nació y vivió Frida Kahlo, es otro de los lugares imprescindibles para disfrutar de una ofrenda de Día de Muertos en la Ciudad de México. Este museo, ubicado en Coyoacán, se transforma cada año con una ofrenda dedicada a la famosa pintora mexicana, integrando su vida y obra en una celebración que combina arte y tradición.
Fotografía: Cuartoscuro/Galo Cañas Rodríguez.
La ofrenda de la Casa Azul suele destacar por su atención al detalle y su integración con el entorno, pues los altares se colocan en los patios y jardines del museo, creando una atmósfera íntima y emotiva. Además, las temáticas varían cada año, explorando diferentes aspectos de la vida de Frida Kahlo, desde su relación con la muerte hasta su conexión con las tradiciones mexicanas; pero dado que la Casa Azul es uno de los museos más populares de la Ciudad de México, se recomienda adquirir boletos con anticipación, especialmente durante la temporada de Día de Muertos, cuando el número de visitantes aumenta significativamente.
Museo del Carmen
Igualmente, el Museo del Carmen, ubicado en el pintoresco barrio de San Ángel, es otro de los recintos culturales que se une a la celebración del Día de Muertos con una ofrenda que siempre capta la atención de los visitantes. Este museo, que alguna vez fue un convento, alberga una rica colección de arte colonial y es conocido por sus exhibiciones centradas en la diversidad cultural de México.
Cada año, el Museo del Carmen dedica su ofrenda a personajes o eventos que han marcado la historia del país o de la región. En 2023, por ejemplo, la ofrenda fue dedicada al escritor Germán Dehesa, un vecino del barrio de San Ángel y una figura influyente en la vida cultural de la Ciudad de México. Este año, se espera que el altar del Museo del Carmen siga la misma línea, rindiendo homenaje a figuras clave de la historia y la cultura mexicana.
Fotografía: Cuartoscuro/Edgar Negrete Lira.
Jardín de Santiago en Tlatelolco: una ofrenda colectiva
Finalmente, el Jardín de Santiago, ubicado en el histórico barrio de Tlatelolco, es un espacio poco conocido pero lleno de historia y significado. Cada año, los vecinos de la zona se reúnen para montar una ofrenda colectiva que rinde homenaje a sus seres queridos, por lo que este proyecto comunitario destaca por su autenticidad y su enfoque en preservar las tradiciones del Día de Muertos en un entorno urbano.
Las ofrendas en el Jardín de Santiago son un caleidoscopio de colores y formas, con altares que varían en tamaño y temática, pero que comparten un mismo objetivo: recordar a los difuntos de una manera cálida y respetuosa. El acceso a este espacio es gratuito, lo que lo convierte en una excelente opción para quienes buscan una experiencia más íntima y comunitaria del Día de Muertos.
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Es así como el Día de Muertos es mucho más que una fiestae es un acto de memoria y amor. Al construir altares y ofrendas, las familias mexicanas no solo recuerdan a sus seres queridos, sino que también celebran la vida y la importancia de la continuidad. La muerte no es vista como el fin, sino como una parte natural del ciclo de la vida, donde los muertos siguen presentes en el corazón y la memoria de los vivos.
De esta forma, el Día de Muertos es una celebración profundamente filosófica, que invita a la reflexión sobre la vida, la muerte y el legado que dejamos. Como dice un proverbio mexicano: "no morimos mientras alguien nos recuerde", y el Día de Muertos es, en su esencia, una manera de asegurar que aquellos que se han ido, nunca serán olvidados.
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