El sitio web Zona Paz impulsado por investigadores, académicos y amigos de Octavio Paz, está por cumplir cinco años de albergar un abundante material iconográfico, videográfico y musical sobre el poeta, así como de publicar acuciosos textos de especialistas y de poner al alcance de los usuarios una amplísima correspondencia que sostuvo con cientos de figuras de todos los ámbitos.
La aspiración del sitio, dice el investigador y ensayista Guillermo Sheridan, coordinador del sitio, es reunir y organizar para, después, difundir los materiales. Ejemplo de ello son “las varias miles de cartas que están siendo transcritas y catalogadas. Algunas son importantes. Y algunas mucho muy importantes”.
“La Zona Paz es una pequeña iniciativa de lectores de la obra de Paz, sin ningún apoyo institucional”, añade Sheridan.
Esteban López, gestor de la página, indica que a lo largo de un lustro han tenido altas y bajas, pero han conseguido una presencia “importante”. “El contenido y las estrategias que se han seguido, como la presencia en redes sociales, han dado por resultado un interés”, indica. Si bien no hay estadísticas de la página, las redes permiten advertir el impacto entre los usuarios.
“Sí queremos más lectores de la obra de Paz, pero su figura es tan vasta que si se logra el objetivo serán lectores que van a remitirse a Los Contemporáneos, a las literaturas de la India, Japón, es decir, estamos conscientes de que Zona Paz no es un culto a una personalidad, es hablar de un escritor que abre literaturas”, indica Esteban López.
El acervo se enriquece constantemente en contenido y catalogación. “Ha crecido, hemos alimentado la fototeca y la biblihemerografía es un gran labor, sólo en esta semana tuvimos 15 fotos nuevas y cinco referencias nuevas de artítuculos académicos; incluso seguimos encontrando materiales inéditos, por ejemplo, un video del centenario de Paz. Nuestra labor es ofrecer una herramiento no sólo para el lector ocasional o interesado, también para los especializados”.
Uno de los contenidos más destacados es la monumental Bibliografía crítica que elaboró Hugo Verani y que se enriquece regularmente.
“La bibliohemerografía crece todos los días. Se necesitaría de un ayudante de investigación dedicado solamente a eso, a fichar cada artículo o libro nuevo. No lo tenemos, pues carecemos de presupuesto. La importancia de la bibliohemerografía es elevada: a los quince volúmenes en los que Paz organizó la casi totalidad de su obra, los rodean miles de volúmenes y artículos que la estudian y la critican. Si las obras completas de Paz son el mapa de su espíritu, la bibliohemerografía adyacente es el mapa subsidiario de su resonancia”, explica Sheridan.
Figuras como Malva Flores, Fernando Savater, José Woldenberg, son algunos de los autores de los artículos; además, la correspondencia de Paz es con personalidades como el poeta Juan Almela; la historiadora Dore Ashton; el periodista Fernando Benítez; el compositor y filósofo John Cage; el crítico y editor que fundó la editorial Joaquín Mortiz, Joaquín Díez-Canedo; entre muchos otros.
El legado
En el sitio destaca un amplio texto del investigador Ángel Gilberto Adame en el que detalla la voluntad que el poeta expresó en su testamento: su acervo personal debe estar en manos de El Colegio Nacional y puede abrirse en su 25 aniversario luctuoso que se cumple el día de hoy.
Fue publicado originalmente el 5 de diciembre de 2018 en la revista El mundo del Abogado, a pocos meses de la muerte de Marie José Tramini, viuda de Paz y heredera única de su legado.
Al fallecer intestada se inició un complejo proceso de sucesión intestamentario que derivó en que el Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia de la Ciudad de México sea el único heredero universal, pero el proceso continúa porque, entre otras cosas, se siguen catalogando los bienes y los acervos.
Ante este escenario, Adame ofrece detalles del contenido del testamento de Paz, fallecido en 1998, y destaca su deseo de que su acervo personal sea entregado a El Colegio Nacional y los documentos sean de contenido público. Si bien las autoridades han manifestado que esta voluntad se cumplirá, se ha manejado también que no se abrirán sino hasta los 25 años de la muerte de Tramini, es decir, en 2043.
“Ahora que está identificado lo que compone el patrimonio de Paz, se impone también la fecha: este año se cumplen tanto el aniversario 25 de la muerte del poeta, como el fin del plazo que estipuló para hacer su archivo de conocimiento público. Sería entonces un gran gesto, por una parte, que este archivo fuese entregado a El Colegio Nacional como fue la voluntad de Octavio Paz, y por otra, hacer su consulta disponible a todos los interesados”, escribe Adame, en una nota al pie, añadida en marzo pasado.
A esta petición se suma Sheridan: “La voluntad de Paz fue que su archivo fuera a El Colegio Nacional. No sé dónde irá a terminar, pero en todo caso deberá ser cuidado y estudiado con esmero y, claro, en la Zona estaremos atentos y difundiremos lo que se haga. Cuando se creó la Fundación Octavio Paz él dispuso que su archivo y su biblioteca fueran la aportación suya al proyecto, junto a la de los patronos, que dieron el capital, y el gobierno, que prestó la casa.
Su idea era que ese archivo atrajera otros, que otros tenedores o herederos de archivos con valor literario vieran en el de la Fundación un sitio capaz de resguardar y cuidar los suyos. La idea era lograr una institución parecida a la Residencia de Estudiantes de Madrid, que era nuestro modelo: una institución que resguardara nuestra memoria literaria. Lamentablemente, la Fundación no logró sobrevivir a circunstancias adversas”, dice. Y añade: “Ojalá que progrese adecuadamente el asunto”.
"Nuestro interés es que se cumpla la voluntad del poeta", dice Esteban López, gestor de la página.
LSN
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