"Siempre he sabido que algo no funcionaba bien dentro de mi cabeza", confiesa Rosa Montero en la primera línea de El peligro de estar cuerda (Seix Barral, 2022). Entre la novela y el ensayo, la autora está de regreso con el que dice: "Es el libro de mi vida".
En todo caso, en sus páginas intenta responder cuáles son los mecanismos mentales que llevan a la creación, duda que le ha inquietado desde niña al grado de creer poseer una cabeza paralela y sufrir crisis de pánico mientras intentaba formular una respuesta.
"Había una necesidad por saber qué me pasaba en la cabeza, qué sucede cuando tienes un problema, un trastorno mental, era una necesidad casi de supervivencia, lo he estado pensando toda mi vida", dice.
Montero se puso a revisar todos los estudios que caían en sus manos sobre el funcionamiento de la mente y en su libro se atreve a formular hipótesis: afirma que entre el 15 por ciento de aquellas personas cuyo cerebro no ha terminado de madurar (situación que en algunos casos se alcanza hasta los 30 años) se encuentran los creadores. Pero la preocupación de la autora va más allá, en realidad se trata de escapar de la idea de la muerte.
"Si te planteas cuál es el sentido de la realidad y de la irrealidad, cómo se mezclan fantasía y lo imaginario, te estás planteando cuál es el sentido de la vida y te tienes que plantear también cómo puedes soportar el sinsentido de la muerte; el miedo a la muerte es uno de los grandes motores que están detrás del trastorno mental, detrás de los trastornos de pánico que yo he tenido", piensa.
Locura es estar solo, dice. Pero al final, la autora encuentra una luz en las letras: "La fórmula salvadora es escribir ficción y publicarlo, y que te lo lea alguien y que te diga: ' yo esto lo entiendo, veo el mundo como tu, me emociono con las cosas que te emocionan a ti'. En la correspondencia con el otro hay cierta salvación, aunque crear se trate de "un delirio controlado", agrega
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