Con la palabra “Amor” proyectada en un edificio de la Ciudad de México, se estrena el primer mural con realidad aumentada en el país. Se trata de un proyecto pintado y diseñado por el artista mexicano, radicado en Nueva York, It’s a living, quien conjuga el arte y la tecnología para convertir el mural en una experiencia inmersiva.
“Creo que el vocablo “amor” es muy poderoso porque logra involucrar sentimientos, actitudes, emociones y experiencias, tales como la humildad, la tolerancia y el respeto por el otro, por ello considero que plasmarla en este momento en el que vivimos una situación tan difícil con el tema del COVID-19 fue lo correcto”, contó.
En este trabajo, en el que Ricardo González –verdadero nombre del autor– buscó generar una nueva propuesta, donde el mural cobra vida al ritmo de la música.
“Para poder dar movimiento a la obra es necesario escanear el código QR que se encuentra a un costado, cuando lo haces, se abre la aplicación de Instagram y en ella debes activar la opción de cámara para comenzar a vivir la experiencia”, explicó
Gonzáles, Una vez que posicionas la cámara en la pieza, ésta comienza a expandirse –de adentro hacia afuera– al ritmo de la música.
El mexicano es un artista y diseñador que continuamente crea diálogos entre el arte y las palabras, considerando que el impacto que genera se deriva de las vivencias del espectador.
Esta pieza es la primera de este tipo en su carrera, y es que para It’s a living experimentar en su trabajo le permite romper fronteras con lo tradicional y con lo que se espera de él.
¿QUÉ MÁS?
- “Amor” se ubica en Niza 45, de la Colonia Juárez.
- El proyecto es realizado Artsynonym, en colaboración con Synergy Studio y con
- el apoyo de Doméstico MX .
- “It’s a Living” ha realizado colaboraciones con importantes marcas como Apple,
- Google, Microsoft, Facebook y Nike.
- El también diseñador es originario de Durango.
OBJETIVO
- 27 metros de largo, por 1.27 metros de alto tiene el mural.
- 11 colores componen “Amor”.
- 20 exposiciones aproximadamente ha realizado el artista.
Por Azaneth Cruz
PAL