"Encontrar nuevas vías de producir cine, lejos de la forma oficial o la ruta trazada por otras personas", asegura el director Rodrigo Cervantes al recordar los cimientos con los que nació su ópera prima "Los paisajes", misma que ha llegado a los cines en México luego de siete años desde que comenzó a escribir el guión junto a Santiago Mohar Volkow.
El director mexicano graduado en Letras y Comunicación en Medios Masivos con una maestría en Dirección Cinematográfica por The London Film School, ha asegurado que el cine independiente no tiene el apoyo necesario para su realización, pero a pesar de la adversidad y de que han pasado varios años, ahora por fin logra ver su cinta en cines de todo el país.
La cinta retrata la historia de Alonso, (interpretado por Sebastián Aguirre Boëda), quien tras ser expulsado de la escuela, huye a París para re-encontrarse con su hermano Pablo (interpretado por Darío Yazbek, quien cortó todas sus relaciones
familiares en México y vive alejado de todo con su novia.
El fatídico intento de olvidar tus raíces
La súbita aparición de Alonso afecta la vida de Pablo, evidenciando su lejanía emocional y las mentiras bajo las cuales edificó su nueva vida, y en palabras del director, esto sucede cuando una persona intenta difuminar y olvidarse de su pasado, de donde viene.
Llevándolo más allá de México, el personaje de Pablo representa una experiencia de los seres humanos al negar su pasado y sus raíces", aseveró durante una entrevista con El Heraldo de México.
Una apuesta visual inspirada en el cine Francés de los años 50
Con tonalidades frías y —haciendo honor a su título— con magníficos paisajes, la película de Rodrigo Cervantes tiene una fuerte influencia con el cine francés de los años 50 y 60, esto es reflejado en su narrativa silenciosa hasta peculiaridades técnicas que se manifiestan en su apuesta visual y sonora.
Para lograrlo, Rodrigo aseguró que los personajes de ésta producción fueron aislados para crear el tono adecuado para la película.
El aislamiento fuera de México fue para generar un tono, mismo que se complementa con el resto de la producción para generar una atmósfera en la película", explicó el también ilustrador.
En suma, la ópera prima de Rodrigo Cervantes lleva mucho de él mismo, ya que el cineasta lleva casi 10 años viviendo fuera de México, específicamente en Londres.
Cada personaje de la película representa una parte de mí; para mí siempre ha sido difícil identificarme como mexicano dentro de México, esto principalmente entorno a las clases sociales, porque a veces estas en un punto donde no logras conectar por como te pintan las clases sociales(...) Estar en otro país te hace pasar incógnito y desapercibido, no pertenecer a una clase social o política", puntualizó Cervantes.
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