Cúpula

‘Cárcel y niñez’

Muchas presas ingresan a la cárcel ya embarazadas, pero otras decidieron concebir estando en reclusión

‘Cárcel y niñez’
Muchas madres presas ingresan a la cárcel ya embarazadas, pero otras decidieron concebir estando en reclusión. FOTOS DE ALEJANDRA MÉNDEZ. Cortesía: Fundación Voz y Libertad. Foto: FOTOS DE ALEJANDRA MÉNDEZ. Cortesía: Fundación Voz y Libertad.

No es fácil vivir en la cárcel y más aún si eres menor de seis años. En cualquier centro de reclusión estás expuesto a una realidad adversa difícil de procesar en una etapa de la vida determinante: la primera infancia.

Según especialistas, el carácter de un ser humano se conforma desde la gestación hasta los ocho años, después, de acuerdo al contexto, se modificará, acentuando o disminuyendo sus características. Esto es, si tu carácter es violento, tu entorno puede hacerte pacífico o puede actuar a la inversa.

Por lo anterior, todos los estímulos internos y externos que reciben los niños y niñas son fundamentales para su futuro y los centros de reinserción social se encuentran muy lejos de ofrecer lo mínimo necesario para garantizar su desarrollo armónico.

Muchas madres presas ingresan a la cárcel ya embarazadas, pero otras decidieron concebir estando en reclusión, incluso sabiendo que su situación jurídica no garantiza que puedan salir en una fecha cercana, básicamente por tener sentencias largas, lo cual, condena al bebé en camino a una reclusión inmerecida y pasando su niñez en la cárcel.

A pesar de campañas de sensibilización para que las mujeres privadas de la libertad decidan protegerse y no embarazarse estando en reclusión, es un hecho que no se les puede negar, ya que gozan de  su derecho a la maternidad, sin embargo, con esa decisión, automáticamente le niegan a sus hijos el acceso a sus derechos humanos básicos por nacer en reclusión y los exponen a situaciones de discriminación, violencia, adicciones, abusos psicológicos, físicos y sexuales que generan estrés, depresión, ansiedad y traumas.

Está comprobado que quienes nacen y crecen entre múltiples mujeres privadas de la libertad y personal femenino y masculino de seguridad y custodia, presentan alteraciones de personalidad que se acentúan al momento de que son separados de sus madres para ser entregados a algún familiar que, por lo regular, forma parte de un ambiente disfuncional. 

PORTADA DEL LIBRO. Confía en ti y cambia tu entorno. Transformación social a través de la cultura, Arturto Morell. Ed. Porrúa.

He conocido a muchas mujeres privadas de la libertad, a través de los proyectos culturales realizados por la Fundación Voz de Libertad y, aunque hay alguna excepción, la generalidad es que los niños y niñas nacidos en reclusión no generan las herramientas para enfrentarse a la vida y presentan en la adolescencia comportamientos disruptivos que los colocan en situaciones de riesgo.

Los esfuerzos de nuestra Fundación, de muchas organizaciones y personas para intentar ayudar a este grupo vulnerable, se convierten en pequeños paliativos frente al enorme daño que se les genera a los niños y niñas que nacen y viven entre rejas y situaciones que no alcanzan a comprender y, menos, a procesar.

Es urgente crear políticas públicas efectivas que regulen esta situación, ya que en la mayoría de los centros penitenciarios femeniles no hay condiciones sanitarias y de seguridad para proteger a los niños y niñas y mucho menos, condiciones educativas y sociales para garantizar su desarrollo emocional y sicológico que les permita integrarse a la sociedad de una manera armónica.

Por Arturo Morell

jram

 

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