La encrucijada de Black Sabbath comenzó cuando sus integrantes decidieron adentrarse en las drogas y el hedonismo de los setenta. Las ideas se disiparon lo que provocó que sus trabajos musicales fueron de una calidad discutida.
El caos hizo que Ozzy Osbourne fuera despedido de la banda. Además, el bajista y letrista Geezer Butler abandonó la banda por problemas familiares. Se encontraban en un callejón sin salida.
Quisieron los dioses del Metal que Ronnie James Dio (ex Elf y Rainbow) fuera propuesto como nuevo vocalista.
Ronnie James no solo revitalizó el sonido de la banda sino que aportó las letras de «Heaven And Hell».
Todo esto combinado con los grandes riffs de Tony Iommi y la solidez en la batería de Bill Ward (quien se deprimió por la marcha se Osbourne).
Reyes del Heavy Metal
El álbum fue producido por Martín Birch y significó el regreso de Black Sabbath gracias a temas agresivos como «Neon Knights» y «Children Of The Sea» que se convirtieron en clásicos.
«Heaven And Hell» fue un éxito en el Reino Unido y significó el rompimiento de la banda en América y fue presentado con el cuadro «Smockin' Angels» de Lynn Curlee, como portada.
Con «Heaven And Hell», Black Sabbath reclamó el cetro como la banda más importante del Heavy Metal.
Al final, nadie ha sonado más pesado que ellos.
Por RODRIGO CASTILLO.